BRUSELAS (Reuters) - Fiscales federales belgas acusaron el sábado a tres hombres de delitos de terrorismo por los ataques bomba de Bruselas, mientras que la policía italiana detuvo a un argelino sospechoso de haber proporcionado documentos falsos a los militantes relacionados con los ataques.
Con la investigación ahora en varios países y crecientes indicios de conexiones con los atentados de París en noviembre, las autoridades belgas pospusieron la "marcha contra el miedo" convocada para el domingo en la crispada capital belga para aliviar la presión sobre la policía.
Un total de 31 personas murieron, incluidos tres atacantes, y centenares resultaron heridas en los atentados del pasado martes, reivindicados por Estado Islámico, que se produjeron en el aeropuerto y en un tren de metro del centro de Bruselas.
Tras una serie de redadas y arrestos en Bélgica y Alemania desde los ataques, el argelino Djamal Eddine Ouali, de 40 años, fue detenido por la policía antiterrorista italiana (DIGOS) en el sur de Italia, según publicaron medios italianos el sábado.
La cadena de televisión Sky TG 24 y otros medios dijeron que la detención se produjo tras una orden de arresto emitida por Bélgica por hacer y facilitar documentos falsos para inmigración ilegal.
Se encontró su nombre en documentos obtenidos en una redada en un apartamento cerca de Bruselas el pasado octubre. Entre estos documentos, según estas informaciones de medios, se encontraban algunos con fotos de algunos de los extremistas implicados en los atentados de París y Bruselas, así como los alias que utilizaban.
De los tres hombres contra los que se presentaron cargos el sábado, los fiscales belgas identificaron a uno como Faycal C, mientras los medios señalaron que se trataba de Faycal Cheffou, y dijeron que se trata del hombre con sombrero y chaqueta de color claro que aparece en la imagen del aeropuerto en la que tres hombres empujan carritos de equipaje.
Los otros dos hombres presuntamente se inmolaron.
Cheffou ha sido acusado de participar en actividades de un grupo terrorista, de asesinatos terroristas y de intento de asesinatos terroristas.
Los otros dos hombres, Aboubakar A. y Rabah N., también fueron acusados de actividades terroristas y de pertenecer a un grupo terrorista. Rabah N. era buscado en conexión con una redada relacionada en Francia esta semana que las autoridades dicen que desbarató un aparente complot para un ataque.
LLAMADA A LA SEGURIDAD
El alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, dijo a Le Soir que Cheffou, presuntamente un periodista freelance, era "peligroso" y había sido detenido varias veces en un parque en el que buscaba animar a solicitantes de asilo allí acampados a convertirse al extremismo.
Las autoridades también dijeron el sábado que un hombre arrestado tras recibir un disparo en la pierna en una parada de tranvía del distrito de Schaerbeek iba a ser retenido durante 24 horas más.
Este fue identificado como Abderamane A. y fue uno de los tres hombres arrestados el viernes en un operativo vinculado con el arresto en París el jueves de un islamista que cumplió condena en Bélgica el año pasado y que presuntamente estaba preparando un nuevo ataque, dijeron los fiscales belgas.
Legisladores alemanes dijeron que Europa necesita mejorar de forma urgente la forma en que sus agencias de seguridad comparten información ante los crecientes indicios de que la misma red ha estado detrás de los atentados de Bruselas y de los de París, que en noviembre dejaron 130 muertos.
Los organizadores aplazaron una manifestación solidaria prevista para el domingo en Bruselas después de que funcionarios, entre ellos el alcalde, pidiesen a la gente mantenerse apartados para ahorrar esfuerzos a unas fuerzas de seguridad sobrecargadas.
"La seguridad de nuestros ciudadanos es una prioridad absoluta", dijo el organizador de la marcha, Emmanuel Foulon.
La policía dijo que 24 víctimas mortales de nueve nacionalidades diferentes habían sido identificadas hasta ahora en los atentados de Bruselas, ciudad que acoge la sede de la OTAN y la Unión Europea, mientras que cuatro personas siguen sin identificar.
En un país ya de por sí nervioso, el asesinato esta semana de un guardia de seguridad de una planta de materiales radioactivos en Bélgica ha avivado el debate sobre los riesgos de que los extremistas intenten algún tipo de ataque nuclear.
Los fiscales desmintieron el sábado informaciones de prensa que señalaban que el pase de seguridad del guardia había sido robado y la implicación que esto había tenido en su muerte.
A finales del año pasado, los investigadores encontraron un vídeo que seguía los movimientos de una persona vinculada con la industria nuclear del país durante un registro dentro de las investigaciones sobre los atentados del 13 de noviembre en París.