TOKIO (Reuters) - El Banco de Japón mantuvo el martes su enorme estímulo y una evaluación optimista de la economía, señalando que el país está en camino de salir de la recesión sin necesidad de un relajamiento adicional de la política monetaria.
El BOJ (por su sigla en inglés), sin embargo, ofreció una visión levemente más pesimista sobre las perspectivas de precios, aunque destacó que la desaceleración de la inflación se debe a caídas temporales en los precios del petróleo.
El gobernador del BOJ, Haruhiko Kuroda, reconoció que el declive en el precio del crudo podría llevar brevemente a los precios al consumidor de vuelta a territorio negativo, pero insistió en la política del banco central está en camino de poner fin a casi dos décadas de deflación y crecimiento irregular.
"Nuestra política de flexibilización cuantitativa y cualitativa está ejerciendo el efecto deseado", dijo Kuroda en una conferencia de prensa después de la reunión, en la que el BOJ mantuvo, como se esperaba, su programa de estímulo que se compromete a imprimir dinero a un ritmo anual de 80 billones de yenes (659.000 millones de dólares).
"No hay absolutamente ningún cambio en nuestra postura de tratar de lograr nuestro objetivo de inflación del 2 por ciento a la mayor brevedad posible con un plazo de aproximadamente dos años", dijo Kuroda, quien cumple dos años en el cargo el viernes.
Los funcionarios del BOJ han enviado una señal concertada a los inversores de que aunque esperan que la inflación se estanque en los próximos meses, no ven la necesidad de responder a menos que la debilidad de los precios afecte las expectativas de inflación.
"La inflación anual al consumidor se moverá alrededor del 0 por ciento por el momento, debido a los declives en los precios de la energía", dijo el BOJ. Ese fue un punto de vista ligeramente menos optimista que el mes pasado, cuando dijo que la inflación será "lenta por el momento".