ROMA (Reuters) - Los aficionados del AS Roma pueden estar esperando la visita del actual campeón de Liga de Campeones, el Barcelona, con algo miedo y el entrenador Rudi Garcia no parece muy optimista.
La Roma terminó segunda en la Serie A en las dos últimas temporadas pero aún hay una clara diferencia entre ellos y los mejores clubes de Europa, a pesar de las incorporaciones de Edin Dzeko y Mohamed Salah.
La visita del miércoles del Barcelona al Stadio Olimpico, con la que comienza su defensa del título, llega poco menos de año después de que la Roma perdiera por 7-1 en casa ante el Bayern de Munich en la misma competición.
"El objetivo en Champions League es conseguir pasar la fase de grupos hacia los octavos de final" dijo Garcia la semana pasada en una entrevista con radio Montecarlo. "Sin contar con el Barcelona, se trata de un grupo abierto".
Hubo sólo un apunte de optimismo cuando dijo: "Todo el mundo está convencido de que ellos conseguirán 18 puntos, lo que implica quitarnos seis a nosotros, pero a veces en el fútbol los milagros ocurren".
"No tenemos nada que perder y tenemos que hacer todo lo que podamos para romper los pronósticos".
Ambos clubes se enfrentaron por última vez hace 13 años, también en la segunda fase de grupos de Champions League, cuando empataron 1-1 en Barcelona y la Roma ganó en el partido de vuelta por 3-0, cuando el actual entrenador azulgrana Luis Enrique era jugador en el Barcelona.
Aunque parezca increíble, aún hay un jugador que disputó esos partidos: el italiano Francesco Totti, que cumplirá 39 años a finales de mes.