Por William James y Kylie MacLellan
LONDRES (Reuters) - El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo el lunes al primer ministro británico, David Cameron, que corría el riesgo de molestar a sus aliados y perder peso internacional si cumplía con la agenda anti-inmigración diseñada para complacer a los votantes.
Barroso realizó su advertencia mientras Cameron, que ha prometido celebrar un referéndum sobre la pertenencia a la Unión Europea si gana las elecciones de 2015, adopta una postura cada vez más agresiva para frenar la migración de la UE y sugiere una revisión del principio de la libertad de movimiento.
Cameron espera convencer a los votantes de que su partido conservador tiene un plan factible para abordar sus preocupaciones sobre inmigración, y detener el creciente apoyo al partido antieuropeo UKIP, que mantiene una línea radical euroescéptica, cuyo auge pone en peligro sus posibilidades en las elecciones del próximo año.
Barroso, que pone fin a sus diez años como cabeza del ejecutivo de la UE el próximo mes, aconsejó a Cameron el domingo en contra de tratar de cambiar las normas de movimiento en la UE diciendo que eran esenciales para el mercado interno del bloque.
En un discurso en la Casa Chatman en Londres el lunes fue más allá, diciendo que al participar en esa retórica sobre la inmigración, Reino Unido corría el riesgo de aislarse de Europa y perjudicar sus intentos de lograr reformas más amplias.
"Sería un error histórico si Reino Unido continúa distanciándose de sus aliados naturales en el centro y el este de Europa sobre estos asuntos", dijo Barroso.
"Es una ilusión creer que puede crearse espacio para el diálogo cuando el tono y la sustancia de los argumentos que pones delante cuestionan el principio mismo de la discusión y ofenden a los estados miembros".