Por Matt Spetalnick
WASHINGTON, 8 mar (Reuters) - El gobierno del presidente Joe Biden está otorgando estatus de protección temporal a los migrantes venezolanos que viven en Estados Unidos y también está trabajando para coordinar la presión internacional contra el presidente de Venezuela Nicolás Maduro para que celebre elecciones libres y justas, dijeron el lunes funcionarios estadounidenses de alto rango.
La decisión, que podría ayudar a unas 320.000 personas, cumple una promesa que hizo Biden durante la campaña electoral de 2020 de dar refugio a los venezolanos que abandonaron su patria en medio del colapso económico, la crisis humanitaria y la agitación política bajo Maduro.
Los venezolanos en Estados Unidos tendrán que demostrar que han estado residiendo en el país de manera continua hasta el 8 de marzo de 2021, para calificar para la designación de Estatus de Protección Temporal (TPS), dijeron los funcionarios a periodistas. Si cumplen con los criterios, se les concederá un indulto de 18 meses para quedarse y también podrán obtener permisos de trabajo.
La decisión se deriva de "condiciones temporales extraordinarias" en Venezuela, que incluyen "hambre y desnutrición generalizadas, presencia e influencia crecientes de grupos armados no estatales, una infraestructura en ruinas", dijo uno de los funcionarios.
"No es seguro para ellos regresar", agregó el funcionario.
Unos 5,4 millones de venezolanos han emigrado en los últimos años, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Cuando Biden asumió el cargo el 20 de enero, heredó de su predecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, un paquete de severas sanciones que endureció aún más el lazo económico sobre el estado miembro de la OPEP, pero no logró desalojar a Maduro del poder.
Uno de los funcionarios reiteró la posición de la Casa Blanca, informada por Reuters a fines del mes pasado, de que Biden "no tiene prisa" por levantar las sanciones contra Venezuela.
Pero el funcionario enfatizó que Biden se estaba alejando del enfoque, mayormente unilateral, de la campaña de "máxima presión" de Trump y se coordina más estrechamente con socios internacionales en un esfuerzo por obligar a Maduro a celebrar elecciones libres y justas.
El funcionario insistió en que Maduro y sus aliados no encontrarán "refugio en ninguna parte" hasta que negocien en serio con la oposición. Sin embargo, Maduro no ha dado señales de hacer concesiones.
Al mismo tiempo, el funcionario dijo que el gobierno estadounidense estaba revisando las sanciones de Venezuela para asegurarse de que sean efectivas contra los objetivos previstos y no castigar "innecesariamente" al pueblo venezolano.
El gobierno de Biden continúa reconociendo al líder opositor, Juan Guaidó, como presidente interino. Docenas de países han respaldado el reclamo del opositor venezolano luego de la reelección de Maduro en 2018, en una votación que los gobiernos occidentales calificaron de farsa, aunque recientemente han aparecido grietas en el apoyo internacional de Guaidó.
Guaidó agradeció la medida del gobierno de Biden e indicó que era un "importante paso que reconoce la dignidad y la humanidad de todos los venezolanos". "Los venezolanos que se han visto obligados a huir a Estados Unidos por temor a perder su vidas, ahora pueden dormir más tranquilos sabiendo que Estados Unidos se solidariza con nuestro pueblo", agregó el opositor en un comunicado.
La administración Trump se había resistido a otorgar TPS a los venezolanos a pesar de los llamados de demócratas y algunos republicanos. Pero en su último día completo en el cargo, Trump emitió una orden que bloquea temporalmente las deportaciones de venezolanos.
El anuncio del lunes parecía destinado en parte a aclarar la confusión en torno a la medida de último minuto de Trump y proporcionar a los venezolanos un estatus legal formal.
Trump buscó en gran medida eliminar el TPS para los inmigrantes, pero se vio obstaculizado por desafíos legales. Biden se ha movido para revertir las políticas de inmigración de línea dura de Trump.
(Reporte de Matt Spetalnick, Editado en español por Vivian Sequera y Javier López de Lérida)