Por Elizabeth Piper
LONDRES (Reuters) - Fue la mayor apuesta de David Cameron y estaba convencido de que ganaría. Pero ahora, el principal rival del primer ministro británico en el reféndum, en el Partido Conservador y en el país es el favorito para quedarse con su puesto.
La decisión británica de abandonar la Unión Europea, una victoria para la causa populista, podría ser un momento definitorio tanto para Reino Unido como para el proyecto europeo. El viernes provocó fuertes pérdidas en las acciones y en la libra esterlina, en medio de advertencias sobre el perjuicio que podría sufrir la economía.
La figura emergente es Boris Johnson, exalcalde de Londres y excompañero de colegio de Cameron, que se convirtió en la cara visible de la campaña para salir de la UE, haciendo frente al primer ministro, que abanderó la opción de la permanencia.
Ante el anuncio de Cameron de que renunciará tras el voto contrario de sus compatriotas, Johnson es ahora el principal candidato para sucederle.
Pero el momento de la victoria está repleto de retos. El primero será convencer a los diputados conservadores para que le respalden y, después, persuadir a los miembros de su partido, mayoritariamente euroescépticos, que podrían echarle en cara lo que sus críticos califican como un largo historial de cambios de opinión para complacer a sus audiencias.
Para Cameron, el punto de inflexión se produjo en febrero, cuando Johnson, un político que goza de una amplia estima más allá del gobernante Partido Conservador, dio su apoyo a la campaña para salir de la UE, en lo que varias fuentes dicen que fue un movimiento calculado para impulsar sus opciones de reemplazar al primer ministro.
Cameron se rindió ante los más euroescépticos de su partido a principios del 2013 y dejó la membresía de Reino Unido en el bloque en manos de un sufragio, en un intento por poner fin a una cuestión que ha complicado a los sucesivos gobiernos.
En un primer momento, Cameron pensó que podría convencer a Johnson para que estuviera a su lado. Un amigo y excompañero de Johnson dijo que el exalcalde podría haber sido premiado con un cargo en el Gabinete ministerial si hubiera accedido a hacer campaña junto al primer ministro.
No obstante, en lugar de eso prestó su apoyo y, con ello, su amplia popularidad, a la campaña para irse. "Fue un gran activo para la campaña. La hizo optimista, energética y positiva", dijo el amigo a Reuters.
LOS ERRORES DE CAMERON
Asesores del primer ministro dijeron que Cameron cree que podría haber ganado con facilidad la batalla por la permanencia británica en la UE si hubiera tenido el apoyo de Johnson, que usó su cargo como alcalde de Londres entre 2008 y 2016 para ampliar su alcance más allá del Partido Conservador, defendiendo los derechos de los homosexuales y la inmigración.
Tanto los asesores como el mismo Cameron buscaron el respaldo de Johnson, pero aunque ambos "se han llevado siempre bien", su relación era sobre todo política, dijo el amigo, quien destacó su pasado común, ya que fueron educados en el colegio de elite de Eton y se conocían de la Universidad de Oxford.
Como la mayoría de los políticos, Johnson es ambicioso, según el amigo. Y su apoyo a la salida de la UE, si bien no fue del todo una sorpresa, sí fue frustrante, según un exasesor de Cameron que pidió permanecer también en el anonimato.
Cameron, que anunció su renuncia entre lágrimas junto a su residencia oficial del número 10 de Downing Street, seguirá en el cargo hasta octubre, ganando algo de tiempo para intentar suavizar la transición en el liderazgo del Partido Conservador.
No obstante, ante el auge del ala derecha de la formación, se espera que el nuevo líder salga de la facción de los euroescépticos, sepultando potencialmente su legado como un "modernizador" del partido y su deseo de ser sucedido por el ministro de Finanzas, George Osborne.
Johnson, cuya personalidad "bufonesca" puede encantar y repeler a partes iguales, encabeza la lista de favoritos.
Sin embargo, su apuesta -abandonar su apoyo a la inmigración para aumentar el respaldo de los conservadores que elegirán a su próximo líder y al nuevo primer ministro- podría reducir su gran popularidad.
En la misma mañana del viernes hubo pruebas del difícil camino que tiene por delante. Cuando Johnson salió de su residencia en el norte de Londres para hacer su primera declaración tras el referéndum, fue abucheado por personas que tal vez le apoyaron una vez.