Lima, 5 dic (EFE).- La industria manufacturera sigue siendo un sector esencial en la creación de empleo y riqueza, según un informe de la ONU que confirma a China como la gran fábrica del mundo y a Latinoamérica como una de las regiones que más impulso industrial ha perdido en las últimas décadas.
El documento, presentado hoy en Lima por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), analiza la influencia de la industrialización en el cambio de las economías y la evolución de este proceso en los últimos años.
Según los datos de ONUDI, que celebra esta semana en Lima su conferencia general, en 2009 el sector manufacturero empleaba a 470 millones de personas en todo el mundo, un 16 % de toda la fuerza laboral del planeta.
La previsión para 2013 señala que sean ya más de 500 millones los trabajadores relacionados con la industria manufacturera, indica el documento titulado "La creación sostenida de empleo: el rol de la industria manufacturera y el cambio estructural".
ONUDI defiende en su informe anual que "la industria manufacturera ofrece la oportunidad, no solamente de reorientar la economía hacia sectores con mayor valor agregado, sino también de brindar una base de empleo relativamente amplia con una productividad laboral superior al promedio".
En términos de Valor Agregado Manufacturero (VAM), la riqueza creada en el proceso productivo, ONUDI dibuja un mapa del mundo en el que Asia, con China a la cabeza, han ido creciendo a un ritmo tal que en el gigante asiático se producen ya la mitad de todas las mercancías producidas en los países en vías de industrialización.
El VAM global supuso en 2012 un 16,7 % del producto interno bruto (PIB) mundial, recuperándose así de la contracción registrada entre 2008 y 2009 por el estallido de la crisis económica y financiera.
La evolución de China hasta convertirse en una gran potencia industrial ha sido paralela a la pérdida de importancia del sector manufacturero en el resto del mundo.
El informe de ONUDI destaca el caso de Latinoamérica, cuya aportación al VAM de los países en vías de industrialización pasó del 35 % en 1992 al 17 % en 2012.
Un periodo, según el informe, en el que la reestructuración económica, bajo una liberalización extrema y disciplina fiscal, "alejó la actividad económica de la fabricación hacia las materias primas y los servicios".
Así, la ONUDI compara las economías del sudeste asiático y China con los países latinoamericanos que "atravesaron un proceso de desindustrialización durante el período y lograron únicamente crecimientos muy modestos del PBI per cápita".
Un proceso que, sostiene la ONUDI en su informe, afecta a la riqueza de los países.
"Los países que han fracasado en mantener un crecimiento robusto o donde se dio marcha atrás deliberadamente a las políticas industriales como en Latinoamérica (...) han restringido una más amplia ganancia de bienestar social", señala el reporte de ONUDI.
Este organismo de la ONU también analiza la distribución del sector industrial, según el desarrollo tecnológico que requiere.
Así, la ONUDI explica que las industrias de baja tecnología crean más empleo pero menos posibilidades de acumulación de capital, justo al contrario que la manufactura de mediana y alta tecnología.
El informe concluye que los países "necesitan moverse desde los sectores de baja a los de alta tecnología y desde los sectores de menor a los de mayor valor agregado y productividad".
En Latinoamérica, al igual que en el África subsahariana, esa evolución de la complejidad tecnológica ha sido menor que en otras regiones y sólo "ha elevado marginalmente la manufactura de tecnología mediana y alta".
Respecto al valor de las exportaciones de bienes manufacturados, China es, de nuevo, el país que más terreno ha ganado, pasando de 163.000 millones de dólares en 1997 a 1,8 billones en 2011, un ritmo que Latinoamérica, según la ONUDI, "no pudo seguir".
Así, la cuota de exportaciones de la región latinoamericana entre los países en vías de industrialización se redujo del 28,8 % en 2000 al 16 % en 2011.
Además, el informe señala que la crisis económica supuso un mazazo a las exportaciones de la industria manufacturera de todos los países en vías de industrialización, especialmente en Oriente Medio y el Norte de África (-26,3 %), Europa (-25.9 %) y América Latina (-22,3 %). EFE
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