Por Megha Rajagopalan y Sui-Lee Wee
PEKÍN (Reuters) - Un tribunal chino ha encarcelado a un conocido activista de derechos humanos a 19 años de cárcel por cargos contra la seguridad del Estado, entre ellos suministrar información de inteligencia en el extranjero, mientras los líderes amplían una represión hacia abogados que provoca la condena internacional.
Zhang Haitao, un activista radicado en la problemática región occidental de Xinjiang que publicó online textos críticos con el gobernante Partido Comunista, fue encarcelado por incitar a la subversión del poder estatal y suministrar ilegalmente información de inteligencia en el extranjero, dijo su abogado, Li Dunyong, por teléfono.
Li añadió que la prueba por el último cargo podría atribuirse a nada más que aceptar entrevistas por teléfono con periodistas extranjeros.
"La sentencia fue muy severa, pero es normal para esa región del país", dijo.
El tribunal no pudo ser contactado para realizar comentarios.
Otro activista, Li Xin, está desaparecido desde hace 10 días tras salir de Tailandia hacia Laos con la esperanza de volver a Tailandia para solicitar asilo político, dijo su mujer, Shi Sanmei.
Li, exescritor para el diario Southern Metropolis, un respetado periódico semiindependente, llegó a Tailandia desde India el 1 de enero en tren y luego trató de entrar en Laos, dijo Shi.
"Cuando escuché que estaba desaparecido, me quedé impactada", dijo su amigo Liu Xuehong, un activista que vive en Tailandia. "Creo que ahora está en peligro y probablemente ha sido detenido", dijo.
Shi dijo que la policía rechazó aceptar su informe sobre la desaparición de su marido, pidiéndola que contactase con la embajada china.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hong Lei, preguntado por la desaparición de Li, dijo que "no entendía" nada de él o sobre la "situación relevante". No dio más detalles.
El portavoz policial de Tailandia, general Dechnarong Sutticharnbancha, dijo que no había conocimiento del caso de Li.
La preocupación pública en Hong Kong ha crecido en las últimas semanas después de que un librero, Gui Minhai, fuera secuestrado en la ciudad tailandesa de Pattaya. Gui, que trabajaba para una editorial especializada en libros de cotilleo político sobre los líderes del Partido Comunista Chino, desapareció junto con otros cuatro socios. [nL2N15304E]
Gui y un trabajador de una ONG sueca llamado Peter Dahlin aparecieron en la televisión estatal China esta semana confesando delitos. Las confesiones han generado críticas de los gobiernos occidentales y de grupos de derechos, que han dicho que las confesiones era probablemente forzadas.
Las autoridades chinas han detenido a Dahlin, por sospechas de poner en peligro la seguridad estatal. La organización para la que opera ha trabajado con abogados de derechos humanos chinos.
La ministra sueca de Exteriores, Margot Wallstrom, dijo el viernes a la agencia sueca de noticias TT que era inaceptable que Dahlin y Gui salieran en televisión.
"Es un comportamiento inaceptable y estamos empleando todos nuestros contactos diplométicos para tratar de obtener el máximo de información posible", dijo Wallstrom a TT.
El Departmento de Estado de Estados Unidos también ha expresado preocupación por las confesiones "forzadas" del jueves.
Preguntado sobre las criticas del Departmento de Estado, el portavoz chino Hong dijo: "Los países extranjeros no tienen derecho a interferir en el asunto relevante".