Por Jake Spring y Kevin Yao
PEKÍN (Reuters) - China enfrenta una dura batalla para mantener el ritmo de crecimiento de su economía en al menos el 6,5 por ciento en los próximos cinco años, mientras crea más empleos y reestructura sus industrias ineficientes, dijo el primer ministro Li Keqiang el sábado en la apertura de las sesiones anuales del Parlamento.
Al revelar el borrador de su nuevo plan de desarrollo quinquenal, Pekín dijo que buscaría un crecimiento económico de entre un 6,5 y un 7 por ciento en el 2016, además de una meta de inflación al consumidor de alrededor del 3 por ciento y una expansión de la oferta monetaria cercana al 13 por ciento.
Una expansión del 6,5 por ciento sería un ritmo sumamente alentador para la mayoría de los países, pero implica la mayor desaceleración para China en un cuarto de siglo, en un momento en que la segunda economía del mundo lucha por contener la turbulencia en los mercados financieros, capea la debilidad del comercio global y busca reducir el deterioro medioambiental.
"El desarrollo de nuestro país enfrenta más y mayores dificultades (...) por lo que debemos estar preparados para una dura batalla", dijo Li.
Muchos inversores habían estimado que China se impondría una meta más agresiva de recorte del gasto fiscal para alentar la expansión. Pero el objetivo delineado en el borrador, de un déficit fiscal equivalente al 3 por ciento del PIB, si bien supera la meta del 2,3 por ciento del año anterior decepcionó a muchos que esperaban una cifra cercana al 4 por ciento.
La expansión de la economía de China se desaceleró a un 6,9 por ciento en el 2015, su peor desempeño en 25 años, lastrada por una débil demanda doméstica e internacional, un exceso de capacidad industrial y una menor inversión. Economistas esperan que este año se enfríe aún más a cerca de un 6,5 por ciento.
Los reportes brindan un indicio sobre las pretensiones de China para los próximos cinco años en varios sectores. Muestran que Pekín está tratando de lograr un equilibrio entre el crecimiento económico sostenido y la reestructuración de industrias de mal desempeño.
El Gobierno advirtió de grandes pérdidas de empleos en industrias productivas clave como el carbón y el acero, debido a que los funcionarios buscan eliminar ineficiencias y excesos de capacidad en las empresas estatales mediante consolidaciones y despidos.
Pekín apunta a despedir entre 5 millones y 6 millones de trabajadores estatales durante los próximos dos a tres años, dijeron dos fuentes, en el programa más audaz de recortes del Gobierno en casi dos décadas.
Li dijo que el país creará 10 millones de nuevos empleos, solucionará el problema de las empresas ineficientes mediante fusiones, bancarrotas y acuerdos de deuda, y mantendrá la tasa de desempleo urbana debajo del 4,5 por ciento este año.
En pos de mejorar el medio ambiente, China buscará limitar el consumo total de energía a 5.000 millones de toneladas de carbón estándar para 2020 y fijó metas para apuntalar la eficiencia hídrica.
A diferencia de los años previos, los documentos no mencionaron una meta específica respecto de las cifras del área comercial, en la que el país no ha logrado sus objetivos en los últimos años. Pekín prevé además que los mercados financieros del país puedan jugar un rol más importante en el respaldo de la reforma económica.
(Editado en Español por Ricardo Figueroa)