PEKÍN/WASHINGTON (Reuters) - China prometió el jueves contrarrestar los últimos aranceles anunciados por Estados Unidos a las importaciones de sus productos al tiempo que pidió a Washington acercar posiciones para un eventual acuerdo comercial, aunque el presidente Donald Trump dijo que cualquier pacto tendría que darse bajo los términos de su país.
El Ministerio de Finanzas de China dijo en un comunicado que los aranceles de Estados Unidos, que entrarán en vigor el próximo mes, violan el consenso alcanzado por Trump y el mandatario Xi Jinping en la cumbre de junio del G7 en Japón para resolver la disputa comercial.
En un comunicado distinto, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Hua Chunying sostuvo que "esperamos que Estados Unidos se acerque a la posición de China y aplique lo acordado por los líderes de ambos países en Osaka".
China espera alcanzar soluciones que sean aceptables para las dos partes a través del diálogo y las consultas en base al respeto mutuo, agregó.
Trump, quien busca la reelección en 2020 e hizo de la economía y su postura de línea dura sobre China una parte crucial de su campaña a la Casa Blanca en 2016, dijo el jueves que cualquier acuerdo debe cumplir con las exigencias de Estados Unidos.
"Francamente, a China le gustaría firmar un acuerdo y debe ser uno en los términos apropiados. Francamente, tiene que ser un acuerdo en nuestros términos. Si no, ¿cuál es su sentido?", comentó Trump en una entrevista en la cadena de radio local WGIR.
El panorama comercial se complica aún más por las continuas protestas en Hong Kong, que Trump vinculó el miércoles a cualquier acuerdo posible, diciendo que Xi debe primero trabajar dicha situación. El jueves, Trump utilizó Twitter para pedirle a su par chino reunirse personalmente con los manifestantes a fin de lograr "un final feliz" al problema.
Trump y Xi acordaron en junio restablecer las conversaciones comerciales que han estado estancadas durante meses.
Aún así, Estados Unidos dijo a inicios de agosto que aplicaría aranceles a bienes chinos por un valor de 300.000 millones de dólares a partir del 1 de septiembre, con los cuales se gravarán efectivamente todas las exportaciones chinas al país norteamericano.
Washington moderó su plan el martes, al aplazar los gravámenes para algunos artículos de la lista -como teléfonos móviles y ordenadores portátiles- con la esperanza de reducir el impacto sobre las ventas minoristas de Estados Unidos en la temporada de fin de año.
(Reporte de Mesa de Edición en Pekín, Reporte adicional de Susan Heavey y Makini Brice en Washington. Editado en español por Marion Giraldo y Manuel Farías)