Por Ryan Woo y Liz Lee
PEKÍN, 21 jul (Reuters) - Pekín y otras ciudades se preparaban el viernes para sufrir graves inundaciones debido a las tormentas estivales que azotaron muchas zonas de China, mientras en el interior el intenso calor amenazaba con reducir el tamaño del mayor lago de agua dulce del país.
Las fuertes oscilaciones meteorológicas han asolado China desde abril, causando muertes, dañando infraestructuras y deteriorando cosechas, además de suscitar temores sobre su capacidad para hacer frente al cambio climático.
Históricamente, China entra en su temporada alta de lluvias a finales de julio, pero el clima extremo ha hecho que las tormentas sean más intensas e impredecibles, exponiendo a megaciudades muy urbanizadas con un drenaje deficiente o insuficiente a inundaciones potencialmente mortales.
En Pekín, las autoridades han desplegado esta semana a más de 2.600 personas para vaciar por adelantado decenas de estaciones de bombeo y limpiar miles de desagües a lo largo de las calles. Se interrumpieron varias líneas de autobús que recorrían los suburbios y las zonas montañosas.
Las autoridades de la vecina ciudad de Tianjin también intensificaron los esfuerzos para controlar las inundaciones en la cuenca del Hai, un importante sistema de drenaje del norte. Por el contrario, las escasas precipitaciones en la provincia de Jiangxi han provocado que el lago Poyang, la mayor masa de agua dulce del país, haya descendido a su nivel más bajo para esta época del año desde que se iniciaron los registros en 1951.
El lago Poyang, conocido como los riñones de China por el papel que desempeña en la regulación del caudal del río Yangtsé, suele crecer en verano debido a las lluvias y retroceder en invierno. El año pasado también se redujo inesperadamente debido a la sequía.
Temperaturas de 35 ºC y superiores seguían amenazando otras partes de China.
El noroeste de Xinjiang, donde el domingo se alcanzaron temperaturas récord de 52,2 ºC, permaneció envuelto en un calor peor de lo habitual, mientras que en la vecina provincia de Gansu algunas zonas sufrieron un intenso calor y otras advirtieron de inundaciones y corrimientos de tierra.
Las autoridades han advertido en repetidas ocasiones que China es vulnerable al impacto del cambio climático debido a su gran población y a la desigual distribución del suministro de agua.
En la provincia de Jiangsu, una cascada se precipitó sobre una estación de tren de alta velocidad en la lluviosa ciudad de Wuxi, según imágenes difundidas en las redes sociales.
Hasta 150 ciudades se anegan cada verano, a pesar de los esfuerzos por mejorar el drenaje.
En julio de 2021, las lluvias extremas en la ciudad de Zhengzhou, en la provincia de Henan, mataron a casi 400 personas, 14 de ellas ahogadas en una línea de metro sumergida. En tres días había llovido más de lo que la ciudad recibe en un año.
Se esperan lluvias torrenciales de hasta 130 mm en algunas zonas de Hebei, Pekín y Tianjin hasta el sábado por la mañana, advirtió la oficina meteorológica nacional.
El viernes por la mañana, parte de una antigua muralla de la ciudad de Chongqing, en el suroeste de China, se derrumbó tras las lluvias de hasta 100,3 mm caídas cada hora durante el último día.
(Información de Ryan Woo y Liz Lee en Pekín; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)