BEIRUT (Reuters) - Un grupo de rebeldes y refugiados sirios comenzó a abandonar el lunes un enclave fronterizo en Líbano con dirección a Siria, en virtud de un acuerdo sellado entre las autoridades de ambos países, informó una cadena de televisión afiliada a Hezbolá.
La partida de los rebeldes, integrantes de un grupo denominado Saraya Ahl al-Sham, dejará a un enclave de Estado Islámico como el último bastión militante en la frontera, cerca de la localidad libanesa de Arsal, que acoge a decenas de miles de refugiados.
Unos 300 rebeldes del grupo, así como cerca de 3.000 refugiados, saldrán de Líbano según el acuerdo, que fue firmado tras un asalto del grupo libanés chií Hezbolá contra posiciones de los insurgentes el mes pasado.
Un convoy de 40 autobuses salió hacia la frontera siria, según al-Manar TV, televisión ligada a Hezbolá. Las imágenes mostraron a los autobuses avanzando de manera muy lenta por las áridas colinas de la zona fronteriza.
La transferencia de los rebeldes de Saraya Ahl al-Sham y otra realizado a comienzos de mes de combatientes y refugiados del Frente Nusra son similares a los acuerdos firmados dentro de Siria, en los que Damasco envió a rebeldes y civiles a áreas bajo control opositor.
El viernes, el responsable de seguridad libanés que supervisa los acuerdos, el general Abas Ibrahim, dijo que un grupo de civiles irá a Asal al-Ward, un área al otro lado de la frontera frente a Arsal y bajo control del gobierno sirio.
Los combatientes y sus familias irán a otro lugar de Siria que no identificó. Al-Manar afirmó la semana pasada que serán llevados a la localidad de al-Ruhaiba, en la región de Qalamoun Oriental, controlada por la oposición.
Se espera que el Ejército libanés ataque ahora la bolsa de resistencia del Estado Islámico en la misma zona. Si triunfa, pondría fin a un periodo de varios años en los que grupos armados sirios tomaron posiciones en las colinas en torno a Arsal, en el contagio más grave de la vecina guerra civil en Líbano.