Por Marco Aquino
LIMA, 4 ene (Reuters) -La policía usó bombas lacrimógenos para dispersar a manifestantes que intentaban acercarse a la sede del Congreso en Perú el miércoles, cuando miles de personas salieron a las calles después de dos semanas de unas mortales protestas luego de la destitución del expresidente Pedro Castillo.
En las primeras horas del día no había reportes de enfrentamientos con la policía, que cerró el acceso al Congreso en Lima, mientras la autoridad de transporte terrestre informó 35 puntos de bloqueo en varias regiones del país andino.
En las protestas de Lima y otras ciudades de Perú muchas personas portaron la bandera roja y blanca del país, exigiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, cambio de la Constitución y la liberación de Castillo.
El primer ministro, Alberto Otárola, informó a periodistas mas temprano que la situación general es de "normalidad" aunque con bloqueos en las regiones de sur como el de Cusco y Puno, los que afectaron el transporte de turistas y comerciantes.
"Hemos cumplido escrupulosamente las indicaciones de la presidenta (Boluarte) y el premier Otárola de mostrar un manejo prudente de la fuerza", afirmó por su parte el ministro de Defensa, Jorge Chávez, en una entrevista con la radio RPP.
Perú sufrió en diciembre una ola de protestas luego de la destitución y arresto del expresidente Castillo, en la que hubo 22 muertos en choques entre manifestantes y el Ejército y otros seis fallecidos en accidentes vinculados a los bloqueos.
Castillo, un exmaestro de izquierda que estuvo en el poder casi 17 meses, intentó disolver el Congreso y reorganizar el Poder Judicial de forma ilegal. Boluarte, la vicepresidenta de entonces, asumió el poder y planteó adelantar en dos años las elecciones, que espera se realicen en abril del 2024.
Castillo cumple una prisión preventiva por 18 meses mientras es investigado por "rebelión", cargo que el expresidente niega.
EVACUAN TURISTAS
Representantes de grupos civiles y de sindicatos de diez regiones del sur del país, históricamente votantes de izquierda, habían anunciado el reinicio de protestas desde el miércoles.
En Cusco, el servicio de tren que va a la ciudadela inca de Machu Picchu, la más visitada por los turistas, fue suspendido en previsión de las protestas, informó la firma de ferrocarril.
El ministerio de Comercio Exterior y Turismo informó en un comunicado que evacuó el martes a 2.062 turistas desde Machu Picchu, y que han implementado corredores seguros para los visitantes hacia los centros históricos de Cusco.
El vicepresidente de la asociación de hoteles y restaurantes de Perú, Sergio Belloso, dijo el miércoles que la falta de turistas durante 2022 provocada por la crisis política y social le ha costado al país unos 2.500 millones de dólares.
La Defensoría del Pueblo informó en un comunicado de la quema de una caseta de peaje en Puno y del ataque a un vehículo de transporte público en Tacna, sin registro de víctimas.
Según imágenes de la televisión, la policía y el Ejército cuidaron sedes públicas en algunas zonas donde se han anunciado protestas, entre ellas Ayacucho, región donde murió la mayor cantidad de personas en las manifestaciones de diciembre.
La presidenta Boluarte instaló en la mañana del miércoles un centro de "Monitoreo y Control de Crisis", junto a los ministros de Defensa e Interior. "Llamo a la paz, a la calma, a la unidad para impulsar el desarrollo de la patria", dijo en un discurso.
El martes, miles de personas habían marchado en Lima y otras regiones del país reclamando "paz y tranquilidad". [L1N33O247]
(Reporte de Marco Aquino. Editado por Manuel Farías y Marion Giraldo)