Por Padraic Halpin
DUBLÍN (Reuters) - El primer ministro de Irlanda y el líder de la oposición reanudaron el lunes los esfuerzos para resolver una crisis política que podría resultar en unas elecciones anticipadas con consecuencias para la cumbre sobre el Brexit del próximo mes.
El primer ministro Leo Varadkar y el líder del principal partido de la oposición que respalda su gobierno minoritario están enzarzados en una disputa política interna que ha ensombrecido la cumbre sobre los planes del Reino Unido de abandonar la Unión Europea.
Irlanda jugará un papel importante en la reunión y les dirá a los líderes de la UE si cree que se han logrado avances suficiente sobre la futura frontera entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte.
La frontera es una de las tres cuestiones que Bruselas quiere resolver en términos generales antes de decidir si pasar a una segunda fase de las negociaciones sobre los intercambios comerciales, como quiere Reino Unido.
La crisis se centra en la gestión que la viceprimera ministra Frances Fitzgerald ha hecho de un caso legal que involucra a un denunciante de la policía. El líder de Fianna Fail, Micheal Martin, planea presentar una moción de censura el martes contra la mandataria.
Varadkar ha dicho que si no se retira la moción, se vería obligado a celebrar elecciones antes de Navidad, una posibilidad que los políticos de la UE dicen que complicaría la cumbre sobre el Brexit del 14 al 15 de diciembre.
Fuentes de Fianna Fail y del Fine Gael de Varadkar, que hablaron a Reuters bajo condición de anonimato, dijeron que un compromiso que llevara a Martin a retirar la moción del martes seguía siendo muy difícil, lo que significaba que la dimisión de Fitzgerald podría ser la única solución.
"Nadie en su sano juicio quiere elecciones la semana antes de Navidad y estamos trabajando duro para llegar a un acuerdo... pero es inevitable que se marche Frances Fitzgerald", dijo el diputado de Fianna Fail, Thomas Byrne, a la emisora de radio Newstalk.
Sin embargo, su compañero, el portavoz financiero Michael McGrath, fue menos tajante cuando se le preguntó si Fitzgerald tendría que renunciar. El ministro de Exteriores Simon Coveney de Fine Gael también adoptó un tono más conciliatorio, aceptando que sus opositores tenían preocupaciones sinceras.