Por Jack Kim y Michael Martina
SEÚL/PEKÍN (Reuters) - Corea del Sur desató el viernes un aluvión de publicidad a través de su frontera con Corea del Norte en represalia por la prueba nuclear de su vecino, mientras crecían los llamamientos desde Estados Unidos pidiendo a China poner fin a la tradicional política de apoyo hacia su aliado.
Las transmisiones por altavoces de Corea del Sur son consideradas un insulto por su aislado vecino del norte, que en el pasado ha amenazado con una ofensiva militar para detenerlas.
En las alocuciones, difundidas mediante altavoces ubicados en 11 zonas a lo largo de una frontera fuertemente militarizada, un locutor masculino asegura que Kim Jong Un, el líder del empobrecido país, y su mujer usan ropa que cuesta miles de dólares. Otro mensaje asegura que la política de Kim para impulsar la economía y su programa nuclear era poco realista.
Pyongyang respondió más tarde con sus propias transmisiones, aunque éstas no fueron audibles de manera clara en Corea del Sur.
En el plano diplomático, Seúl, que se ha acercado a China en los últimos años, anunció que su ministro de Asuntos Exteriores conversará con su homólogo chino más tarde el viernes, después de que un supuesto ensayo nuclear realizado el miércoles por Pyongyang enfureciera tanto a Washington como a Pekín, que no fue avisada previamente.
China es el principal sostén económico y diplomático de Corea del Norte, a pesar de que las relaciones entre los aliados de la Guerra Fría se han enfriado en los últimos años.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China instó el viernes a Corea del Norte a atenerse a sus compromisos de desnuclearización y evitar acciones que podrían empeorar la situación, pero aclaró que no posee la clave para resolver el problema nuclear norcoreano.
"El logro de la desnuclearización de la Península Coreana y la defensa de los acuerdos de paz y estabilidad de la península (...) es responsabilidad de todas las partes y requiere que todas las partes hagan esfuerzos", dijo en una conferencia de prensa Hua Chunying, portavoz del ministerio.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo el jueves que había dejado claro en una conversación telefónica con el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, que el enfoque de Pekín para Corea del Norte no había tenido éxito.
"China tenía un enfoque particular que quería hacer, al que nosotros accedimos y respetamos para darles espacio para implementarlo", dijo Kerry a periodistas. "Hoy en mi conversación con las autoridades chinas, dejé muy claro que no había funcionado y que no podíamos seguir como siempre", agregó.