Por Blanca Rodríguez
MADRID (Reuters) - La decisión de los socialistas de ceder temporalmente senadores suyos a dos partidos independentistas catalanes para que puedan formar grupo propio en el Senado recibió el viernes críticas de diferentes frentes, en un nuevo episodio de acuerdos y desacuerdos en el incierto escenario político que salió de las elecciones españolas de diciembre.
Aunque no reunían los senadores suficientes para tener grupos independientes en la Cámara Alta, Democràcia i Llibertat (DL, antigua Convergencia) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) recibieron cada una dos senadores del PSOE cedidos para que estas formaciones, que lideran el reto secesionista en Cataluña, puedan contar con voz propia en el Senado.
Los socialistas justificaron su iniciativa, que situaron al margen de cualquier futura negociación para tratar de formar Gobierno, por "cortesía parlamentaria" y "usos y costumbres" del Senado, pero tanto desde el Ejecutivo del Partido Popular como desde el partido antiausteridad Podemos les llovieron los reproches.
"Me temo que el PSOE, que lleva décadas de política profesional en las instituciones, es hábil en hacer un discurso públicamente y luego hacer lo contrario", dijo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, cuya plataforma En Comú Podem se presentó junto con Podemos a las elecciones.
El rechazo del PSOE a permitir que Podemos cuente con cuatro grupos diferenciados en el Congreso y el pacto con el que llegó con Ciudadanos para la Mesa de la Cámara Baja ha abierto una brecha entre los dos principales socios potenciales para arrebatar el Gobierno al PP, que han intercambiado duros cruces de recriminaciones en las últimas horas.
TRAICIÓN A LOS VOTANTES
"Me parece que lo que está intentando (el PSOE) es allanar el terreno para luego justificar un pacto con el PP. En ningún momento está negociando seriamente con nosotros", añadió Colau en la Cadena Ser, elevando otro escalón la tensión.
Colau se declaró "sorprendida y decepcionada", dijo que el PSOE estaba dando un "espectáculo de cinismo y vieja política" y afirmó que estaba traicionando a sus votantes y a las voces internas que piden un cambio en el partido.
El portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López, defendió también en la Cadena Ser la decisión de su partido de prestar los senadores y explicó que la exigencia de Podemos de formar cuatro grupos en el Congreso era de naturaleza diferente según el reglamento.
"Queremos que (ERC y DL) participen en la cámara territorial y no que se vayan", dijo López en "La Noche en 24h", subrayando que "el camino no es expulsarles de las instituciones de España".
Desde el PP, fue la propia vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la que recriminó la decisión al PSOE liderado por Pedro Sánchez, calificándola de "muy preocupante" e "incomprensible".
"¿A qué está dispuesto Pedro Sánchez para lograr ahora lo que no le dieron los votos en las urnas?", se preguntó la portavoz del Ejecutivo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
"Muchos votantes socialistas de buena fe hoy se plantearán para qué sirven sus votos", afirmó Sáenz de Santamaría, que recordó el desafío independentista al que se enfrenta el país.
La vicepresidenta dijo además que los servicios jurídicos del Estado estudiarían si la fórmula que utilizó Carles Puigdemont en su toma de posesión como presidente catalán vulneraba algún precepto legal, ya que no prometió ni juró fidelidad al rey ni a la Constitución.
El Gobierno ha ordenado también que se analicen las competencias de la recién creada Consejería de Exteriores de la Generalitat, al frente de la cual está Raül Romeva.