MADRID (Reuters) - Fuerzas policiales de España y Marruecos detuvieron el martes a 14 personas acusadas de formar parte de una red que captaba combatientes para enviarlos a las filas de la organización yihadista Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.
Trece de las detenciones se realizaron en las localidades marroquíes de Fez (5), Casablanca (1), Nador (4), Al Hoceima (1) y Driouech (2) y una en San Martín de la Vega (Madrid), informó el Ministerio del Interior español sobre una operación que continúa abierta.
En la localidad madrileña, policías encapuchados sacaron al sospechoso de su casa con la cabeza cubierta, según imágenes de Reuters Televisión en el lugar. Luego lo llevaron a un locutorio cercano de telefonía que está siendo registrado.
"Es un terrorismo deslocalizado, el lugar donde son detenidos no tiene importancia", dijo el ministro Jorge Fernández Díaz en los pasillos del Congreso.
Los detenidos están acusados de "captar y enviar a yihadistas a las filas de la organización terrorista DAESH (acrónimo en árabe de EI) fundamentalmente a Irak y Siria", dijo el ministro.
"Pretendían reeditar en Marruecos y en España las masacres perpetradas por los integrantes del DAESH con la intención de establecer un clima de psicosis e inestabilidad", indicó el ministerio en una nota de prensa.
España ha reforzado sus medidas de seguridad para tratar de evitar la radicalización de ciudadanos musulmanes jóvenes, después de los ataques ocurridos a principios de año en París, donde grupos de islamistas mataron a 17 personas.
"En el desarrollo de las investigaciones se ha podido comprobar los fuertes vínculos sociales y laborales que algunos miembros de la célula desmantelada, entre los que se encontraba el líder del grupo, mantenían en Melilla", indicó Interior.
Las detenciones se producen días después de que un marroquí de 26 años que vivió en España fuera acusado de atacar a pasajeros en un tren en Francia.
Una fuente de Interior dijo que no había lazos entre ese ataque y los arrestos del martes.
En lo que va de año, España ha detenido a 48 personas acusadas de fomentar la yihad, y ha colaborado en la detención de 19 en otros países, según cifras de Interior.
"No es una guerra de religión, es una guerra de barbarie (..) que no tiene que ver con el auténtico islam", dijo el ministro español, que no desveló las nacionalidades de los detenidos el martes.