MADRID (Reuters) - La Guardia Civil ha detenido en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón a un sicario colombiano buscado por las autoridades de Estados Unidos por introducir en ese país más de una tonelada de cocaína, informó el martes el Ministerio del Interior.
Víctor Alfonso M.P., alias "Palomo" y "El Negro Mosquera" fue arrestado en la urbanización de lujo "La Finca" en un operativo conjunto del instituto armado y la DEA norteamericana, después de mostrar a los agentes una documentación mexicana falsa.
El arrestado es un destacado narcotraficante del Clan Úsuga colombiano, además de responsable de los sicarios de este clan, según Interior.
Las investigaciones comenzaron hace seis meses, después de que las autoridades de EEUU emitieran a través de Interpol una orden de búsqueda y captura para su extradición, y aunque en un principio se sospechó de que podría residir en Puerto Banús (Málaga), las pesquisas llevaron finalmente a la localidad del noroeste de la capital española.
Víctor Alonso se trasladó a España desde Urabá (Colombia) hace seis meses, según Interior, "para reforzar la expansión de la organización hacia Europa, y a su vez, para controlar una red de sicarios que debían realizar en España ajustes de cuentas sobre varios objetivos ya seleccionados".
El detenido, que ha sido entregado a la Audiencia Nacional para su extradición, supuestamente introdujo más de una tonelada de cocaína en EEUU entre 2010 y 2013.
Según datos del ministerio español, el llamado Clan Úsuga está considerado como la organización paramilitar insurgente más numerosa y peligrosa de Colombia.
"En sus filas cuenta con más de 2.000 efectivos, cuya actividad criminal fundamentalmente está relacionada con el envío de grandes cargamentos de cocaína a los EEUU, México y Europa, asesinatos, secuestros, extorsiones, etc", dijo Interior en un comunicado.
En el registro realizado en su domicilio se intervinieron dos vehículos de alta gama, dinero, documentación y material informático, según el Ministerio, que agregó que el arrestado gastaba mensualmente más de 10.000 euros pese a no realizar ninguna actividad legal en España.