Por Radu-Sorin y Marinas y Luiza y Ilie
BUCAREST (Reuters) - El primer ministro rumano Victor Ponta dimitió el miércoles en una decisión inesperada podría desembocar en la designación de un nuevo gabinete liderado por un tecnócrata, tras protestas populares por la muerte de 32 personas en un incendio en una discoteca de Bucarest el pasado fin de semana.
"Puedo mantener cualquier batalla política pero no puedo luchar con la gente", dijo Ponta a los periodistas en la conferencia de prensa en la que anunció su marcha.
La noche del martes, las calles de Bucarest se llenaron de manifestantes furiosos por la gestión de los permisos de espacios públicos. Al grito de "la corrupción mata" y "asesinos", en torno a 25.000 personas se concentraron frente a la sede del Gobierno.
"Victor Ponta abandona su mandato", dijo Liviu Dragnea, el líder del partido Socialdemócratra, partido de Ponta. "Alguien tendrá que asumir la responsabilidad ahora, es un asunto serio y prometemos una pronta resolución", apuntó.
El hasta ahora ministro de Defensa, Mircea Dusa, relevará interinamente a Ponta hasta que se conforme un nuevo gabinete en votación parlamentaria, cuya composición dependería en principio de la coalición de Ponta, formada por tres fuerzas de izquierdas y con mayoría parlamentaria.
Por su parte, el presidente de Rumania, Klaus Iohannis, antiguo líder liberal y rival político de Ponta aseguró que "simplemente un cambio de Gobierno no resolverá los problemas del país". Iohannis podría encomendar formar gobierno a algún miembro de su partido pero este tendría que superar una moción de confianza en el parlamento.
Según apuntó Dragnea, el próximo jefe de gobierno podría no provenir de las listas del partido ya que la prioridad es "preservar la estabilidad" del país.
Las elecciones legislativas están llamadas a celebrarse en diciembre de 2016 y el adelanto electoral solo se percibe como una medida de emergencia en caso de que se enquistara un pacto político para formar nuevo gabinete.