Por Rosa Tania Valdés
LA HABANA (Reuters) - El histórico anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos tras más de medio siglo de hostilidades entre los viejos enemigos de la Guerra Fría ha polarizado aún más a la disidencia política dentro de la isla.
El presidente estadounidense, Barack Obama, decidió la pasada semana flexibilizar algunas de las medidas económicas aplicadas durante más de medio siglo por su país para conseguir un cambio de régimen en Cuba, y prometió promover la discusión en el Congreso para el levantamiento del embargo comercial.
El dramático cambio en el enfoque de Washington hacia La Habana dividió más las posiciones en la ilegal pero tolerada disidencia interna del país, fragmentada y a menudo infiltrada por los servicios de inteligencia del Estado cubano.
"Esto trae la esperanza de que al bajar las tensiones y haber conversaciones directas entre los gobiernos pues haya más posibilidad de participación (política) en Cuba con más tranquilidad", dijo Miriam Leyva, viuda del fallecido disidente Oscar Espinosa Chepe, un ex funcionario y diplomático que terminó oponiéndose a la política económica del gobierno cubano.
Estados Unidos y Cuba han sido enemigos ideológicos desde poco después de la revolución que llevó al poder a Fidel Castro en 1959. Las relaciones diplomáticas entre ambos países fueron interrumpidas en 1961 y poco después Washington lanzó un embargo comercial sobre la isla de gobierno comunista.
"Debemos acompañar al pueblo en el optimismo y la alegría y tratar de articularnos porque pasó la etapa de la férrea resistencia a la política propositiva", dijo Eliécer Avila, un ingeniero de 29 años que lidera el movimiento disidente Somos +.
"Esa oportunidad no la debemos perder", agregó
Obama dijo que Cuba aún tiene que avanzar en el frente de los derechos humanos y en las reformas económicas lanzadas por el presidente Raúl Castro, que asumió el poder en 2008 cuando enfermó su hermano Fidel, para modernizar el modelo socialista.
Castro, por su parte, subrayó que lo más importante aún no se resuelve y exigió el levantamiento del embargo, que su Gobierno considera es el principal escollo para el desarrollo.
UN ERROR
Muchos opositores creen que Estados Unidos cometió un error.
La reconocida líder del grupo Damas de Blanco, que reúne a familiares de presos políticos, aseguró a Reuters que el problema de Cuba pasa por lo que consideró la incapacidad del sistema socialista para resolver los graves problemas de Cuba, incluyendo la cuestión de las libertades individuales.
"El presidente Obama a mi modo de ver se ha equivocado. Piensa que estas nuevas relaciones con el Gobierno de Cuba son para beneficiar y favorecer al pueblo y no es así", dijo Bertha Soler. "Apoyamos que el Gobierno norteamericano mantenga el embargo porque el embargo no es el problema de Cuba".
El esposo de Soler, Angel Moya, que fue junto con Espinosa Chepe parte de los 75 presos políticos cubanos condenados a largas penas en 2003 y liberados tras un acuerdo entre Castro y la Iglesia católica entre 2010 y 2011, opinó que la decisión de Estados Unidos puede ser un tiro por la culata.
"Los recursos que se derivan de este alivio del embargo lo va a usar el régimen cubano en equipar, entrenar y perfeccionar la fuerza represiva contra activistas de derechos humanos", dijo.
Representantes de los gobiernos cubano y estadounidense planean tener su primera reunión a finales de enero próximo.
"Estamos reclamando los derechos del pueblo cubano y vamos a seguir trabajando en esto con embargo o sin embargo, y con todo tipo de pacto que el régimen cubano pueda hacer con un Gobierno extranjero", dijo a Reuters por teléfono Regis Iglesias, portavoz del Movimiento Cristiano Liberación y cercano colaborador del fallecido líder opositor Oswaldo Payá.