BRUSELAS (Reuters) - Los ministros belgas de Interior y Justicia ofrecieron el jueves renunciar a sus cargos por haber fracasado en la vigilancia al combatiente de Estado Islámico expulsado de Turquía el año pasado que se hizo estallar el martes en el aeropuerto de Bruselas.
El ministro del Interior Jan Jambon dijo que el primer ministro Charles Michel le había pedido que se quedara -- "En tiempos de guerra, no puedes abandonar el campo de batalla", dijo Jambon a la televisión VTM.
El ministro de Justicia Koen Geens también ofreció marcharse pero continuará en su puesto, dijo un portavoz.
Las autoridades belgas se enfrentan a críticas después de que Turquía dijese el miércoles que el año pasado Ankara había deportado de vuelta a Europa a Ibrahim El Bakraoui, uno de los suicidas que llevó a cabo los ataques del martes, y que había advertido a Bélgica de que era un combatiente.
Mientras otros milicianos sospechosos no han sido detenidos por falta de pruebas, Bakraoui obtenía la libertad condicional tras apenas cumplir la mitad de su condena de 9 años por robo a mano armada.
"Te puedes preguntar cómo es que alguien fue soltado tan fácilmente y que perdiésemos la oportunidad de cogerlo cuando estaba en Turquía. Entiendo esas preguntas", dijo Jambon. "En estas circunstancias, lo correcto es aceptar la responsabilidad política".
En comentarios hechos el miércoles después de que el presidente turco Tayyip Erdogan acusara a Bélgica de no aprovechar la oportunidad de detener a Bakraoui, VTM citó al ministro de Justicia Geens diciendo:
"No es fácil poner entre rejas a gente que se salta tan fragantemente su condicional, como fue probablemente el caso del señor Bakraoui".