Por Phil Stewart y Fatma Alarimi
MIAMI/MUSCAT (Reuters) - Diez yemeníes que estaban en la prisión de Guantánamo fueron enviados el jueves a Omán, lo que dejó el número de detenidos por debajo de la cifra simbólica de 100 personas, mientras el presidente estadounidense Barack Obama redobla los esfuerzos para cerrar el lugar antes de abandonar la Casa Blanca.
El traspaso representa el mayor número de prisioneros que abandonan la base naval en Cuba desde que Obama llegó a la presidencia en 2009 con la promesa de cerrar el centro de detención.
Los yemeníes, detenidos por más de una década sin cargos o un juicio, forman parte de un programa de liberaciones que el Gobierno de Obama dijo que podría tener lugar a comienzos de este año, mientras la Casa Blanca se prepara para darle al Congreso un plan para cerrar el lugar. Otros cuatro hombres ya habían sido puestos en libertad este mes.
Obama, quien abandonará la presidencia en enero de 2017, prometió redoblar sus esfuerzos para cerrar el centro de detención pero afronta la oposición del Congreso dominado por los republicanos. Los legisladores han creado obstáculos para trasladar a cualquier prisionero de Guantánamo a suelo estadounidense.
En Muscat, un responsable de Omán citado por la agencia de noticias estatal local dijo que los yemeníes habían llegado al país y que se quedarían allí por razones humanitarias hasta que mejoren las condiciones en Yemen, un país asolado por una guerra civil.
Omán, un aliado cercano de Washington, ya había aceptado antes la llegada de prisioneros de Guantánamo.
En tanto, el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest dijo que una junta de revisión aprobó el traslado de otros 34 detenidos. "Solamente necesitamos encontrar el lugar y las condiciones correctas", destacó.
"Seguiremos trabajando de manera diligente para reducir la población de la prisión", agregó.
La cifra de 93 detenidos que permanecen en Guantánamo es la más baja desde 2002, poco después de que el por entonces presidente George W. Bush abriera la cárceles tras los ataques del 11 de septiembre del año anterior en suelo estadounidense.