Por Lesley Wroughton
WASHINGTON (Reuters) - Una mejora en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba llevará tiempo y las dos partes deben tener espacio para negociar sin interferencias externas, dijo el martes el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza.
"Sería de muy poca ayuda tratar de presionar artificialmente por resultados inmediatos en cada área", dijo Insulza en una entrevista con Reuters, en momentos en que altos cargos de ambos países se preparan para las conversaciones de la próxima semana en La Habana, en busca de normalizar los lazos diplomáticos tras más de medio siglo de hostilidades.
"Creo que debemos dejar a Cuba y Estados Unidos negociar sus cuestiones y sus problemas y ser de tanta ayuda como sea posible", destacó. "No creo que podamos hacer que el reloj corra más rápido presionando desde fuera".
La reanudación de las relaciones entre Washington y La Habana aliviaría décadas de tensiones que han tenido consecuencias en las reuniones anuales de la OEA y permitiría una mayor cooperación y un alza del comercio regional, destacó Insulza.
La política de Washington sobre Cuba ha polarizado a la región. Muchos países, incluyendo aliados estadounidenses como Colombia y México, creen que el embargo comercial de más de cinco décadas ha probado que es inútil.
El encuentro de los estados americanos en abril en Panamá reunirá a todos los países, incluyendo a líderes de Cuba y Estados Unidos, por primera vez en la historia.
"Esto abre la puerta para todos", dijo el exministro de Relaciones Exteriores de Chile. "Ahora podemos afrontar las cosas juntos. Esto libera mucha tensión y presión".
ESPERA EL REGRESO DE CUBA
Insulza destacó que espera que pronto se anuncie el alivio de las restricciones de viajes y del comercio de parte de Estados Unidos hacia Cuba.
"Espero que esto avance con rapidez en cuestiones en las que ya nos hemos puesto de acuerdo, pero el levantamiento del embargo tendrá que esperar, aunque espero que no demasiado tiempo", remarcó.
La OEA, con sede en Washington, suspendió a Cuba en 1962 a solicitud de Estados Unidos por considerar que el Gobierno comunista había violado los principios democráticos de la organización. Pese a que la entidad decidió dejar de lado esta decisión en 2009, la isla ha rechazado volver a sumarse al grupo.
Insulza espera que mientras avanzan las conversaciones para normalizar las relaciones, Cuba muestre intenciones de volver a la OEA.
"Espero tener (esa conversación con Cuba) muy pronto", sostuvo Insulza. "Estamos abiertos a una relación con Cuba y ayudar a su vuelta. La puerta está abierta".
Insulza también dijo que la liberación de 53 presos políticos en la isla en el marco del acuerdo con Washington muestra que las partes son serias en lo que se refiere a la normalización de las relaciones.
"Deberíamos sentirnos optimistas porque ya han liberado a algunos prisioneros, pero también realistas porque probablemente no todos estarán libres mañana", explicó. "Debemos ser prácticos. Se podrían necesitar más negociaciones".