MADRID (Reuters) - Los secretarios generales del PSOE, Pedro Sánchez, y de Podemos, Pablo Iglesias, sustituyeron el miércoles por una conversación telefónica la reunión con la que pretendían retomar el diálogo roto, en una nueva muestra de la lejanía de ambos que acerca la perspectiva de nuevas elecciones en España.
Tras cancelar el cara a cara que habían anunciado la semana pasada por "la imposibilidad de cuadrar las agendas respectivas", ambos líderes se emplazaron durante la conversación de media hora a mantener un encuentro el próximo miércoles y desbloquear así sus contactos.
Los líderes de los dos grandes partidos de la izquierda española evidenciaron sin embargo las escasas posibilidades que tienen de alcanzar un pacto que ayude a la formación de Gobierno en España, tres meses después de las elecciones generales que dejaron un Congreso fragmentado.
Pese a que ambos coincidieron en su afán de que haya un Gobierno alternativo al de Mariano Rajoy, discreparon en las posibles soluciones, ya que Sánchez ofreció a Iglesias sumarse al acuerdo alcanzado entre socialistas y Ciudadanos (C's) mientras que el líder de Podemos insistió en su opción de un Ejecutivo de coalición de izquierdas.
"Hay respeto mutuo por las visiones respectivas y en ningún caso impiden el diálogo y nuestra firme voluntad de evitar nuevas elecciones y conseguir un gobierno de cambio y estable", dijeron desde Podemos.
En medio de la falta de avances en los contactos, el tiempo sigue corriendo y se acerca la fecha tope del 2 de mayo que tienen los partidos para pactar un Gobierno y evitar que los españoles vuelvan a las urnas el 26 de junio.
Desde que Sánchez fue rechazado por el Congreso tras contar únicamente con el apoyo de los liberales de C's y Coalición Canaria, no ha sido capaz de sumar apoyos para constituir un Gobierno alternativo al del Partido Popular.
Los conservadores tampoco pueden revalidar el Ejecutivo de Rajoy pese a ganar las elecciones de diciembre al carecer de mayoría absoluta y de posibles socios ante la insistencia del líder de C's de que el presidente del Gobierno en funciones dé un paso a un lado tras los numerosos casos de corrupción del PP.
DESCONFIANZA MUTUA
Dada la desconfianza entre socialistas y Podemos, que rivalizan por el mismo electorado, el objetivo de Sánchez era lograr al menos una abstención de Podemos y sumar el apoyo de algún partido más pequeño para tener posibilidades de ser presidente.
En juego podría estar el propio liderazgo de Sánchez en el PSOE, que celebra en mayo un congreso para elegir secretario general en el que no se descarta que tenga que enfrentarse a la presidenta andaluza Susana Díaz, un peso pesado del partido.
En Podemos mientras tanto no renuncian a formar un Gobierno con los socialistas en el que Iglesias sería vicepresidente y rechazan cualquier posibilidad de apoyar un Ejecutivo presidido con Sánchez si está sobre la mesa el acuerdo firmado por PSOE y Ciudadanos.
La parálisis en los contactos coincide con una crisis interna en Podemos, donde reconocen "discrepancias tácticas" en la cúpula de la formación antiausteridad tras el cese de su secretario de organización y el supuesto alejamiento entre Iglesias y su "número dos", Íñigo Errejón.