MADRID (Reuters) - Pese a un contexto internacional deslucido, la economía española ha ganado impulso en los últimos meses del año apoyada en la mejora de las condiciones financieras, la confianza y el mercado laboral.
El Banco de España dijo el martes que estima que el crecimiento del Producto Interior Bruto entre octubre y diciembre de 2014 ascenderá al 0,6 por ciento intertrimestral, lo que elevaría la tasa interanual al 1,9 por ciento.
En el tercer trimestre, el PIB creció un 0,5 por ciento intertrimestral y la tasa interanual fue del 1,6 por ciento, según los datos del INE de finales de noviembre.
"Como en trimestres anteriores, este avance de la actividad se estaría apoyando en la fortaleza de la demanda interna privada, mientras que la demanda exterior neta mantendría una contribución al producto ligeramente negativa", dijo la institución.
Con este cierre del año, para el conjunto del ejercicio el Banco de España estima que el PIB aumentaría un 1,4 por ciento, (una décima más que en las últimas previsiones).
Y para 2015, el Banco de España mantiene su previsión de un crecimiento del PIB del 2,0 por ciento pese al empeoramiento en el mercado exterior, sobre todo en los países de la eurozona.
EL IMPULSO DIVISA Y PETRÓLEO
"En los últimos meses ha proseguido el empeoramiento del entorno exterior, singularmente de la UEM, lo que ha llevado a revisar a la baja las perspectivas de actividad de numerosos
países en 2015", dijo. "Se estima, no obstante, que el previsible debilitamiento de nuestros mercados de exportación a lo largo del año que viene se verá compensado por la prolongación de la mejoría de las condiciones de financiación, la depreciación del tipo de cambio del euro y el nivel considerablemente más reducido de los precios del petróleo".
No obstante, la autoridad monetaria nacional reconoce que el escenario está rodeado de una elevada incertidumbre, especialmente por las dudas en torno a la trayectoria del precio del crudo tras las fuertes caídas de las últimas semanas.
Entre los riesgos a la baja destaca una desfavorable evolución de los mercados exteriores mientras que entre las posibles desviaciones al alza destaca una posible mayor moderación de los precios del crudo, una depreciación más acusada del euro o una mejora adicional de las condiciones financieras.
Diversas instituciones independientes han elevado también recientemente sus proyecciones sobre la economía nacional, en gran parte por la caída del petróleo, mientras que algunas actividades básicas como el turismo registran nuevos récords históricos.