BARCELONA (Reuters) - El Barcelona está buscando reforzar su formidable delantera en el mercado de invierno, dijo el martes el entrenador de los campeones españoles y europeos, Luis Enrique.
El Barça tiene una de las delanteras más potentes en el fútbol actual con el ganador del Balón de Oro de la FIFA Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez, pero carecen de un sustituto fiable si alguno de los prolíficos sudamericanos cae lesionado.
Los jóvenes Munir El Haddadi y Sandro Ramírez son los únicos delanteros reconocidos en el equipo, pero no han logrado impresionar tras su promoción desde el filial.
"Ahora necesitaríamos más reforzar la línea de ataque, pero me gustaría que se reforzaran todas las líneas", dijo Luis Enrique en rueda de prensa previa al encuentro de vuelta de octavos de la Copa del Rey del miércoles contra el Espanyol.
"Las negociaciones son duras en el mercado de invierno, porque a nadie le apetece perder jugadores importantes. Nosotros lo intentaremos hasta el último día", agregó.
Una opción para el Barça podría ser recuperar al ex delantero del Manchester City Denis Suárez.
Destacado en las categorías inferiores del Celta de Vigo, Suárez fue perseguido por varios de los principales clubes europeos antes de que decidiese unirse al City en 2011 a los 17 años.
Las oportunidades para los jugadores jóvenes eran escasas y después de un par de temporadas en las que sólo jugó un puñado de partidos con el primer equipo fichó por el Barça.
El jugador, de 22 años de edad, brilló cedido en el Sevilla en 2014-15 y se ha convertido en una parte fundamental del Villarreal, que marcha en cuarto lugar en la Liga.
Para la vuelta de la eliminatoria de la Copa del Rey el miércoles, el actual campeón, el Barcelona, tiene una ventaja de 4-1 sobre el Espanyol.
Los recientes enfrentamientos entre los rivales barceloneses han sido polémicos y tanto Luis Enrique y su homólogo 'perico' Constantin Galca han instado a los jugadores y aficionados a centrarse en jugar al fútbol.
El delantero uruguayo del Barcelona, Luis Suárez, está sancionado para el partido en Cornellà-El Prat después de que se involucrase en una pelea después del final del partido de ida de la semana pasada en el Camp Nou, en el que fueron expulsados dos jugadores del Espanyol.
"Independientemente que tenemos un resultado favorable, el objetivo sigue siendo ser superior al rival en los 90 minutos que jugaremos mañana. Participar y jugar ese partido como si fuera a un único encuentro. Jugar contra el Espanyol siempre es un estímulo", declaró.