MADRID (Reuters) - El Congreso español aprobó el jueves el objetivo de estabilidad presupuestaria y el techo de gasto previstos para el próximo año, el primer paso hacia una difícil negociación sobre los presupuestos, gracias al apoyo de gran parte de la oposición al Gobierno en minoría del Partido Popular.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy, con 137 escaños en una cámara de 350, obtuvo el apoyo de Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ciudadanos y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) para el techo de gasto y la crucial senda de reducción del déficit público previstos para los próximos años.
El PSOE había condicionado su apoyo a una relajación en las metas de déficit regionales y una subida del 8 por ciento del salario mínimo interprofesional, una medida que también fue aprobada en la cámara baja el jueves.
Ciudadanos, que suscribió un pacto de investidura con el PP, apoyó el grueso de las medidas impulsadas por el Ejecutivo a comienzos de mes, que suponían subidas de impuestos y reformas para alcanzar el déficit pactado con Bruselas, aunque se desmarcó de apoyar un alza de los impuestos especiales de 350 millones de euros.
Pese a los avances en la cámara baja, el Gobierno todavía tiene que lograr apoyos para aprobar los presupuestos generales, sobre los cuales se prevén duras negociaciones con los partidos de la oposición a comienzos de 2017.
Los grupos opositores ya han realizado esta legislatura demostraciones de fuerza en el Congreso, impulsando iniciativas que buscan la derogación o paralización de medidas aprobadas cuando el PP gobernaba en mayoría absoluta, como las polémicas reforma laboral o la última ley educativa.
El Congreso convalidó el jueves que el techo de gasto para 2017 esté situado en 118.337 millones de euros, con un objetivo de déficit del 3,1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) para el próximo año: 1,1 pct para la administración central, 1,4 por ciento para la Seguridad Social, 0,0 para los ayuntamientos y 0,6 por ciento para las regiones.
El apoyo de los nacionalistas vascos al decreto se produjo tras el alivio en una décima del objetivo de déficit para la región del País Vasco -igual que para el resto de comunidades autónomas- en 2016.