MADRID (Reuters) - La permanencia o expulsión de Cataluña de la UE fue el eje el miércoles de uno de los debates más esperados en la campaña para las elecciones autonómicas del domingo, planteadas como un plebiscito sobre la independencia.
En un debate televisivo de 45 minutos, el ministro español de Exteriores, José Manuel García Margallo, y el líder de la independentista Esquerra Republicana de Cataluña, Oriol Junqueras, divergieron sobre si Cataluña seguiría siendo miembro de la UE o no en caso de que la opción soberanista se imponga en los comicios.
"En los tratados no hay ningún artículo ni mecanismo jurídico que mencione nada sobre exclusión. Es evidente que seremos un estado miembro porque ya somos miembros de la UE", dijo Junqueras durante el debate televisado.
El ministro defendió las tesis del Gobierno español del Partido Popular de que Cataluña tendría que abandonar el bloque comunitario, apoyándose en las declaraciones de la Comisión Europea en este sentido.
"Me preocupa que los catalanes que vayan a votar sepan cuáles son las consecuencias de su decisión, que los que voten a favor de la independependencia, sepan que ese estado no tendría reconocimiento de la ONU ni de la UE, dijo Margallo, acusando a los independentistas de querer "dinamitar" España.
El ministro instó a la candidatura Junts pel Sí en la que se integra Junqueras a que expliquen a los ciudadanos los costes y los beneficios de una independencia, afirmando que el mercado laboral y las pensiones sufrirían y planteando que habría un "corralito" bancario y una fuga de depósitos.
"Cuando amigos míos se van a tirar por un puente, yo intento disuadirles para que no lo hagan", dijo el ministro.
Junqueras contestó que los argumentos dados por Margallo - como que el desempleo pasaría del 19 al 37 por ciento y que cada pensionista perdería hasta 400 euros al mes - formaban parte de la campaña del miedo del Gobierno de Mariano Rajoy para desanimar a los votantes de opciones independentistas.
"Es el cuento de la lechera al revés", respondió Junqueras.
"Nunca habrá tan buenas las relaciones entre España y Cataluña como cuando Cataluña sea independiente y tenga unas relaciones de igual a igual con el Estado español", apuntó.
Margallo trató de influir en el voto de los catalanes que sin ser independentistas se plantean dar su respaldo a Junts pel Sí para castigar al Gobierno del PP y tener una posición negociadora fuerte en un eventual diálogo sobre concesiones económicas con el gobierno que salga de las urnas en España el próximo diciembre.
"Hay gente que no está por la independencia que cree que votando al 'sí' va a tener una posición negociadora más ventajosa y eso no es verdad", dijo.