LONDRES (Reuters) - Michael Cimino, cuya carrera como director de cine de Hollywood fue una montaña rusa incluida la ganadora del Oscar "El cazador" y el legendario fracaso de taquilla "La puerta del cielo", falleció el sábado a la edad de 77 añós, informaron medios estadounidenses.
El éxito de "El cazador", una película de 1978 sobre la Guerra de Vietnam, protagonizada por Robert De Niro, hizo de Cimino uno de los directores de Hollywood más buscados. La película ganó cinco premios de la Academia, incluyendo mejor película y mejor director.
Pero tras él llegó en 1980 "La puerta del cielo", un Western épico que el crítico del New York Times Vicente Canby calificó como "un desastre sin reservas". La película se produjo con un presupuesto de 36 millones de dólares, triplicando el coste medio de una película de la época.
La carrera de Cimino nunca se recuperó.
"Pasó de repente de una gran película de Oscar a ser un paria - la cabeza de turco de todos", dijo Kris Kristofferson, protagonista de la película, a Los Angeles Times en 2004. "Todo el mundo que no pudo hacer una película culpó a "La puerta del cielo" diciendo que todo el dinero había ido a esa película".
Nacido en la ciudad de Nueva York en una familia rica, Cimino se licenció en arquitectura en la Universidad de Yale. Era un conocido director de anuncios de televisión antes de dirigir su primera película, "Un botín de 500.000 dólares", un drama criminal protagonizado por Clint Eastwood y Jeff Bridges, en 1974.
Después del fracaso de la "La puerta del Cielo", Cimino reaparició en 1985 con "Manhattan Sur", protagonizada por Mickey Rourke como un policía de Nueva York que no logró captar la atención de los espectadores o la crítica.
Siguió con "El siciliano", basada en una novela de Mario Puzo; y "Horas Desesperadas", un remake de una película de Humphrey Bogart sobre un fugitivo, protagonizada por Rourke y Anthony Hopkins. Ambas películas fueron ignoradas por los críticos y los espectadores.
Su última película de Hollywood, de 1996 "Sunchaser", un drama sobre un médico, interpretado por Woody Harrelson que es secuestrado por un paciente moribundo, no le fue mucho mejor y marcó el final de la carrera de Cimino.
Los medios de comunicación de Estados Unidos dijeron Cimino murió el sábado, pero que la causa de la muerte era desconocida.