AMÁN (Reuters) - Milicianos del Estado Islámico secuestraron al menos a 150 personas de pueblos cristianos asirios que atacaron en el noreste de Siria, dijeron el martes activistas sirios cristianos.
Un grupo cristiano sirio que representa a varias organizaciones no gubernamentales dentro y fuera del país dijo que había verificado el secuestro de al menos 150 personas, incluidas mujeres y ancianos, a manos de los milicianos.
"Hemos verificado el secuestro de al menos 150 personas gracias a fuentes en el terreno", dijo Bassam Ishak, presidente del Consejo Nacional de Siria, a Reuters desde Amán.
Más temprano, el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que 90 personas fueron secuestradas cuando los milicianos llevaron a cabo incursiones al amanecer contra pueblos habitados por la antigua minoría cristiana al oeste de Hasaka, una ciudad mayormente controlada por los kurdos.
Estados Unidos condenó los ataques en Hasaka y pidió la liberación inmediata e incondicional de los civiles que fueron capturados.
El Departamento de Estado dijo que cientos de personas permanecen atrapadas en aldeas rodeadas por los combatientes del Estado Islámico, en medio de la violencia que ha desplazado a más de 3.000 personas.
"El último ataque de ISIL contra una minoría religiosa es sólo una prueba más de su tratamiento brutal e inhumano a todos aquellos que no están de acuerdo con sus objetivos divisivos y creencias tóxicas", dijo la portavoz Jen Psaki en un comunicado, usando el acrónimo en inglés del Estado Islámico.
Psaki añadió que los sirios también están amenazados por la campaña intensificada de bombardeos y ataques aéreos del presidente Bashar al-Assad en una "campaña implacable de terror".
La milicia kurda lanzó dos ofensivas contra los milicianos en el noreste de Siria el domingo, ayudada por ataques aéreos liderados por Estados Unidos e iraquíes peshmerga.
Esta parte de Siria limita con el territorio controlado por el Estado Islámico en Irak, donde el grupo extremista cometió atrocidades año pasado contra la minoría religiosa yazidí.
El Estado Islámico no confirmó los secuestros.