LONDRES (Reuters) - El exespía del KGB Alexander Litvinenko, que murió envenenado por un té que contenía un raro isótopo radioactivo, dijo a la policía inglesa antes de morir que el presidente ruso Vladimir Putin estaba personalmente detrás de su asesinato, una nueva pista en este caso revelada el martes.
Las autoridades británicas creen que Litvinenko, un hombre crítico con el Kremlin, fue envenenado con un té verde mezclado con polonio-210 en el bar del Hotel Millennium en el centro de Londres el 1 de noviembre de 2006 durante un encuentro con otros dos rusos, Andrei Lugovoy y Dimitri Kovtun.
Murió tres semanas después, y en las presentaciones preliminares el abogado de la acusación, Robin Tam, repitió las afirmaciones previas de que los argumentos del servicio secreto británico señalaban la culpabilidad rusa "prima facie".
La esperada acusación pública desveló que Litvinenko había formulado la acusación por sí mismo desde la cama de hospital en que moriría poco después.
"No tengo ninguna duda de que esto ha sido obra del servicio secreto ruso", dijo Litvinenko a los detectives británicos.
"Con el conocimiento del sistema que tengo sé que una orden como matar a un ciudadano de otro país en su territorio, especialmente si está involucrado Reino Unido, sólo puede haberla dado una persona", dijo.
"Esa persona es el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin", añadió.
El Kremlin siempre ha denegado su participación en el asesinato, así como Lugovoy y Kovtun, los principales sospechosos.
Rusia ha rechazado las peticiones británicas de extradición para los dos hombres, pero el líder de la acusación Robert Owen dijo que les había invitado a declarar por videoconferencia desde su país.
"Los problemas que destapó la muerte del señor Litvinenko son de la mayor gravedad y han atraído el interés y la preocupación de todo el mundo", dijo Owen en el Alto Tribunal de Londres.
La controversia generada por el asesinato enfrió las relaciones anglo-rusas hasta mínimos que no se veían desde la Guerra Fría. A medida que los lazos se restablecieron, Reino Unido descartó comenzar una investigación en 2013, pero con las relaciones entre ambos países socavadas por la crisis de Ucrania, el gobierno británico cambió de opinión el pasado julio.
El abogado de la acusación Tam dijo que las pruebas demostraban que había existido un intento previo de envenenar a Litvinenko durante los encuentros que había tenido el mes anterior con Lugovoy y Lovtun. Las pruebas han revelado rastros de polonio en las oficinas, hoteles y aviones usados por los dos rusos, destacó.
Litvinenko, que abandonó Rusia exactamente seis años antes de ser envenenado, se había convertido en un intransigente crítico con el presidente Putin y la agencia de seguridad sucesora del KGB, el FSB. Empezó a simpatizar con la causa de los separatistas chechenos y mostró su apoyo a Anna Politkovskaya, asesinada en Moscú en 2006.