MADRID (Reuters) - El expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra ingresó el lunes en la prisión de Aranjuez (Madrid) para cumplir una pena de cuatro años por delitos contra la Hacienda Pública, informó Instituciones Penitenciarias.
Fabra, a quien el Gobierno del Partido Popular (PP) negó el indulto recientemente, se convierte de esta forma en el último político que entra en la cárcel en un momento de hartazgo ciudadano por los reiterados casos de corrupción.
El que fuera presidente del PP de Castellón ha ido retrasando su entrada en prisión mediante varios procedimientos legales, después de que un tribunal provincial lo condenara en noviembre de 2013 a cuatro años de cárcel por cuatro delitos fiscales.
Tras la condena, Fabra presentó un recurso ante el Tribunal Supremo que fue rechazado en julio de este año, confirmando la sentencia de cárcel tras un proceso que ha durado una década. Un mes después, el expresidente castellonense solicitó un indulto ante el Ministerio de Justicia, el cual volvió a retrasar su encarcelamiento pendiente de resolución.
Fabra, que fue una de las figuras omnipresentes de la política valenciana en el último cuarto de siglo, también está pendiente de la resolución de un recurso de amparo interpuesto ante el Tribunal Constitucional, que aún no se ha pronunciado sobre su admisión a trámite.
Tras su condena, Fabra solicitó su baja como militante del PP, que se ha visto sacudido por otros escándalos de corrupción como el que implica a su extesorero Luis Bárcenas, actualmente encarcelado de forma provisional, y el del expresidente balear Jaume Matas, que está cumpliendo una pena por tráfico de influencias.
La ministra de Sanidad Ana Mato dimitió la semana pasada después de que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz considerara que podría haberse lucrado por las actuaciones de su exmarido Jesús Sepúlveda, acusado de haber recibido comisiones a cambio de adjudicaciones públicas cuando era senador y alcalde de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.