Por Nick Starkov
KIEV, 6 mar (Reuters) - El jefe de la fuerza mercenaria rusa Wagner advirtió de que la posición de Rusia en torno a la ciudad ucraniana oriental de Bajmut estaba en peligro a menos que sus tropas consiguieran munición, lo que supone una nueva señal de tensión entre el Kremlin y el jefe de la milicia privada.
Oficiales militares y analistas ucranianos también informaron de que los líderes de la 155 Brigada rusa que combaten cerca de la ciudad de Vuhledar, al sur de Bajmut, se resistían a las órdenes de atacar tras sufrir graves pérdidas en sus intentos de capturarla.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó el domingo que las fuerzas rusas habían alcanzado un centro de mando del regimiento ucraniano Azov en la región sudoriental de Zaporiyia. El Ministerio no dio más detalles sobre el ataque.
Reuters no pudo verificar de forma independiente estas informaciones sobre el campo de batalla.
El jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, dijo que las líneas del frente ruso cerca de Bajmut podrían colapsarse si sus fuerzas no recibían la munición prometida por Moscú en febrero.
"Por ahora, estamos tratando de averiguar la razón: ¿es sólo burocracia ordinaria o una traición?", dijo Prigozhin, refiriéndose a la ausencia de municiones, en el canal Telegram de su servicio de prensa el domingo.
El jefe de los mercenarios critica regularmente a los jefes de defensa y a los generales de alto rango rusos. El mes pasado, acusó al ministro de Defensa Serguéi Shoigu y a otros de "traición" por retener el suministro de municiones a sus hombres.
En un vídeo de casi cuatro minutos publicado el sábado en el canal de Telegram de Wagner, Prigozhin dijo que a sus tropas les preocupaba que el Gobierno quisiera convertirlos en posibles chivos expiatorios si Rusia perdía la guerra.
"Si Wagner se retira ahora de Bajmut, todo el frente se derrumbará", dijo Prigozhin. "La situación no será buena para todas las formaciones militares que protegen los intereses rusos".
LA DEFENSA RESISTE
Una victoria rusa en Bajmut, con una población anterior a la guerra de unos 70.000 habitantes, le daría el primer premio importante en una costosa ofensiva de invierno, después de que el año pasado llamara a filas a cientos de miles de reservistas. Rusia considera que sería un trampolín para completar la toma de la región industrial del Dombás, uno de sus objetivos más importantes.
Volodímir Nazarenko, comandante de las tropas ucranianas en Bajmut, dijo que no había habido ninguna orden de retirada y que "la defensa está resistiendo" en condiciones nefastas.
"La situación en Bajmut y sus alrededores es infernal, como en todo el frente oriental", declaró Nazarenko en un vídeo publicado en Telegram.
El ejército ucraniano declaró a primera hora del lunes que sus fuerzas habían repelido 95 ataques rusos en la zona de Bajmut durante el día anterior.
"La situación en Bajmut puede calificarse de crítica", dijo el analista militar ucraniano Oleh Zhdanov en un comentario de vídeo.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó la entrada de tropas en Ucrania en una "operación militar especial" hace poco más de un año.
Desde entonces, decenas de miles de personas han muerto, millones han huido y las ciudades han quedado reducidas a escombros, pero las fuerzas ucranianas, con la ayuda de armas occidentales, han limitado los avances rusos hacia el este y el sur.
Al norte de Bajmut, las tropas rusas avanzaron hacia la ciudad de Bilohorivka, justo dentro de la región de Luhansk, y bombardearon varios asentamientos en dirección a Kupiansk y Lyman, según informó el ejército ucraniano.
Al sur, el ejército ucraniano afirmó que las fuerzas rusas preparaban una ofensiva en las regiones de Zaporiyia y Jersón, y bombardearon decenas de ciudades y pueblos, incluida la ciudad de Jersón, causando víctimas civiles.
Una mujer y dos niños murieron a causa de las bombas de mortero rusas en un pueblo de la región de Jersón, declaró el jefe de la oficina presidencial de Ucrania.
El portavoz de las fuerzas aéreas ucranianas, Yuriy Ihnat, declaró que el domingo por la noche habían sido derribados 13 drones kamikazes.
El gobernador de la región rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania, dijo que una persona resultó herida el lunes por la caída de escombros después de que las fuerzas rusas derribaran tres misiles cerca de la ciudad de Novy Oskol.
Belgorod limita con la región ucraniana de Járkov y ha sido repetidamente atacada desde el comienzo de la invasión rusa. Ucrania casi nunca reivindica públicamente la autoría de ataques dentro de Rusia.
SE NIEGAN A OBEDECER
Cerca de Vuhledar, al suroeste de la ciudad de Donetsk, ocupada por Rusia, Ucrania dijo que oficiales de alto rango de la Brigada 155 de Rusia, que según Kiev sufrió grandes pérdidas recientemente, se negaban a obedecer las órdenes de atacar.
"Los líderes de la brigada y los oficiales de alto rango se niegan a proceder con un nuevo ataque sin sentido como lo exigen sus inexpertos comandantes: asaltar posiciones ucranianas bien defendidas con poca protección o preparación", dijo el ejército de Ucrania en un comunicado.
El analista militar Zhdanov dijo que dos unidades rusas "cosacas" conocidas como Estepa y Tigre habían expresado su frustración con sus comandantes y se negaron a participar en cualquier nueva ofensiva sobre la ciudad en la cima de un cerro.
Reuters no pudo verificar inmediatamente estas informaciones.
El ministro de Defensa ruso, Shoigu, está realizando una visita poco habitual a sus fuerzas en Ucrania, en la que el fin de semana entregó medallas y se reunió con comandantes. El lunes visitó la ciudad oriental de Mariúpol, capturada por las fuerzas rusas el año pasado tras un asedio de meses.
(Reporte de las oficinas de Reuters; Redacción de Stephen Coates; Edición de Robert Birsel, editado en español por José Muñoz)