PUERTO PRÍNCIPE, 23 ene (Reuters) - Las muertes violentas en Haití, donde se agrava el conflicto entre bandas fuertemente armadas, aumentaron más de un 110% el año pasado, a 4.789, según un informe publicado el martes por el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.
"Estoy consternado por el asombroso y creciente nivel de violencia de las bandas", afirmó Guterres en el informe. "Los asesinatos en banda, los secuestros y la violencia sexual, especialmente contra mujeres y niñas, entre otros abusos, continúan con una impunidad generalizada".
Guterres añadió que la extensión de la violencia a las zonas rurales era "un motivo más de grave alarma".
La policía haitiana, superada en armamento, ha luchado por recuperar zonas del control de las bandas y detener la propagación de poderosas alianzas a zonas agrícolas clave. Después de que más de 1.600 efectivos abandonaron el cuerpo hasta 2023, el informe señaló que la fuerza nacional contaba con sólo 13.196 efectivos.
Una de cada 10 comisarías de todo el país fue atacada durante año, según el informe, mientras que muchos de los vehículos blindados de la policía habían quedado inutilizados tras enfrentamientos con miembros de las bandas, que a menudo vestían uniformes de policía falsos para llevar a cabo secuestros.
Los secuestros denunciados, llevados a cabo en masa contra personas que viajaban no solo hacia el norte, sino cada vez más hacia el sur de la capital, se dispararon un 83% en el año, hasta alcanzar los 2.490, y añadieron que muchas personas se vieron obligadas a vender sus casas y pedir préstamos para pagar los rescates.
La agencia de la ONU para las migraciones calcula que más de 206.000 personas fueron repatriadas forzosamente a Haití durante el año, el 96% desde la vecina República Dominicana, que devolvió a 23.000 solo en septiembre.
El número de migrantes haitianos que entraron en Honduras con la esperanza de viajar al norte se multiplicó por 23 entre julio y octubre, según el informe.
Guterres pidió a los países que "contribuyan generosamente" a una fuerza internacional voluntaria que la ONU ratificó para apoyar a la policía a finales del año pasado.
(Reporte de Harold Isaac en Puerto Príncipe y Sarah Morland en Ciudad de México; edición en español de Javier López de Lérida)