Por Byron Kaye
SÍDNEY (Reuters) - Los aborígenes australianos han pedido que se detenga un proyecto para construir un tranvía en Sídney de 2.100 millones de dólares australianos (unos 1.400 millones de euros), después de que las excavadoras encontrasen 20.000 objetos potencialmente vinculados con los primeros conflictos en el país entre sus habitantes originales y los europeos.
A meses del inicio de los trabajos, con una ejecución prevista en tres años, un consultor arqueológico del Gobierno dijo esta semana que las excavadoras encontraron antigüedades de piedra en un pequeño terreno donde está prevista la construcción de una nueva estación de tranvía.
"Lo que queremos ver es una orden que detenga los trabajos para poder entender esto", dijo el consultor, Scott Franks, que es aborigen, a periodistas.
"Si lo van a romper en mil pedazos, todo el lugar tiene que ser tratado como una investigación arqueológica meticulosa y adecuada, y se necesita tiempo y pericia", añadió.
El hallazgo desentierra grandes conflictos no resueltos en Australia: el deseo del progreso de una sociedad formada inicialmente como una colonia penal de Reino Unido junto con una historia de a menudo violenta opresión contra los ocupantes originales del país.
Franks dijo que el lugar puede estar ligado a uno de los más conocidos enfrentamientos entre los colonos británicos y los aborígenes en 1790, cuando una guarnición de soldados fue enviada a matar o capturar seis aborígenes como represalia por lancear a un colono. Las tropas volvieron con las manos vacías.
El gobierno del estado de Nueva Gales del Sur quiere gastar 16.500 millones de dólares australianos en mejoras en carreteras y ferrocarriles a lo largo de la ciudad de cinco millones de personas mientras se prepara para un millón de habitantes más en la próxima década.
Un portavoz del gobierno no respondió una pregunta de Reuters sobre si el Ejecutivo detendría o alteraría el proyecto, pero dijo en un correo electrónico que "el valor social del lugar para la comunidad aborigen local es muy alto".
Alec Brown, un responsable de constructora ALTRAC, propiedad de la española Acciona (MC:ANA), dijo que los constructores trabajarían con asesores aborígenes para decidir qué hacer con el hallazgo.
"Hemos trabajado con los aborígenes en cada paso", dijo, apuntando que los excavadores estaban sacando a mano los objetos. Añadió que los objetos parecían ser restos de piedras y herramientas.
"Lo que tenemos que hacer es juntar las piezas del puzzle para averiguar lo que ocurrió exactamente en este lugar. Tenemos que investigar algo más para determinarlo".