LONDRES/MADRID, 22 feb (Reuters) - Un petrolero detenido por España y acusado de verter combustible en aguas abiertas cerca de la ciudad portuaria de Tarragona, en Cataluña, no causó contaminación alguna y cumplió la normativa, dijo el miércoles su gestor turco.
Las autoridades españolas informaron el martes que habían interceptado el Lagertha, de bandera maltesa, tras detectar el 11 de febrero un vertido de hidrocarburos mediante sensores aéreos y radar por satélite, y añadieron que la mancha se había extendido por una superficie de 12,7 kilómetros cuadrados.
Besiktas Shipping Group, con sede en Estambul, que gestiona el buque, dijo que el petrolero llevó a cabo una limpieza de tanques en alta mar siguiendo la normativa marítima MARPOL.
"Nuestro buque cumplió plenamente la normativa MARPOL durante el lavado y la eliminación de los residuos de los tanques en el mar", dijo la empresa a Reuters en un comunicado.
"Cualquier rastro de esta operación de descarga de lavado de tanques no significa una contaminación".
Besiktas Shipping dijo que proporcionó todos los registros a los responsables de control del Estado del puerto español el 17 de febrero, que la "inspección que abarca las investigaciones se completó sin ningún hallazgo" y que el buque fue autorizado a zarpar el 21 de febrero.
La compañía añadió que la carga, que se embarcó en Ámsterdam, no era un producto petrolífero, sino un combustible de éster metílico de ácidos grasos.
La Dirección General de la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Transportes español, informó por separado a Reuters el miércoles que el buque abandonó el puerto de Tarragona el 21 de febrero, una vez cumplidas las condiciones establecidas por las autoridades.
"La Dirección General de la Marina Mercante sostiene que hay pruebas suficientes para iniciar un procedimiento sancionador por descarga ilícita", dijo, declinando dar más detalles.
Las costas mediterráneas y atlánticas de España se han convertido en centros neurálgicos de la actividad marítima, incluido el trasvase de petróleo conocido como operaciones de buque a buque (STS, por sus siglas en inglés), que según fuentes del sector se están convirtiendo en un problema de seguridad cada vez mayor.
(Información de Jonathan Saul en Londres y Emma Pinedo en Madrid; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)