LONDRES (Reuters) - El príncipe Enrique de Inglaterra criticó lo que llamó una "necesidad incesante" de los medios de comunicación de profundizar en su vida privada, y anunció que iba a trabajar duro para proteger la línea que divide su vida pública de la privada.
Con la frase "todo el mundo tiene derecho a la privacidad", Enrique, el cuarto en la sucesión al trono de su país, dijo a la BBC que pensaba que era "innecesario" satisfacer el deseo de saber "cada pequeño detalle de todo lo que ocurre fuera de la escena (pública)".
La familia real británica ha tenido durante mucho tiempo una relación complicada con los medios de comunicación. La madre de Enrique, la princesa Diana, a menudo fue perseguida por la prensa y murió en un accidente automovilístico en 1997 mientras era perseguida por fotógrafos de tabloides.
Enrique, de 31 años, dijo a la BBC que la línea que divide su vida pública de la personal se había convertido en algo casi inexistente.
"Vamos a seguir haciendo todo lo posible para asegurarnos de que siga existiendo esa línea", dijo en una entrevista pregrabada en Estados Unidos, mientras asiste a los Juegos Invictus, un evento deportivo para militares estadounidenses, británicos y sus aliados.
Enrique ha estado en numerosas ocasiones bajo un intenso escrutinio mediático por su estilo de vida y fiestas, sobre todo tras la filtración de un vídeo en 2012 que mostraba al nieto de la Reina Isabel II con una mujer desnuda en una habitación de un hotel en Las Vegas.
Los más críticos han condenado a menudo las intrusiones en la privacidad cometidas por los tabloides británicos. Pero desde que se puso en marcha una investigación sobre el papel de la ética en la prensa en 2011, cada vez más periódicos se han abstenido de cubrir las historias más personales.