Por Andrés González
MADRID (Reuters) - Varios miembros de la ejecutiva del PSOE dejaron claro el lunes que los socialistas no apoyarán en una investidura del ganador de las elecciones Mariano Rajoy ni se abstendrán para facilitarla, a pesar de que algunos barones regionales han pedido dejar paso a un gobierno popular.
Aunque se ha mantenido como segunda fuerza política, el PSOE cosechó el domingo los peores resultados de su historia con 85 escaños, muy lejos de los 137 obtenidos por el Partido Popular. Sin embargo, Rajoy necesitara buscar aliados para conseguir los 176 votos parlamentarios necesarios para conseguir ser investido presidente.
"La vocación es cambiar a Rajoy (...) La posición que hemos repetido en la campaña es que nosotros no vamos a apoyar a Rajoy, ni por acción ni por omisión", dijo César Luena, secretario de Organización del PSOE en Cadena Ser.
"Nosotros no vamos a votar al señor Rajoy en la investidura y tampoco nos vamos a abstener. Tiene que ser el señor Rajoy el que busque apoyos suficientes entre afines ideológicos para conseguir la investidura", reiteró posteriormente en rueda de prensa el portavoz del comité electoral del PSOE, Antonio Hernando.
Sin embargo, líderes socialistas regionales con gran poder dentro del partido como la andaluza Susana Díaz y el extremeño Guillermo Fernández-Vara, defendieron que el PSOE debería ir a la oposición frente a un gobierno del PP.
"Los votantes nos han mandado a la oposición, habrá que tener un debate con sosiego y profundo para ser alternativa de gobierno", dijo Susana Díaz a periodistas.
Fernández-Vara fue aún más lejos y manifestó que Mariano Rajoy debería formar gobierno cuanto antes, porque eso es lo que han arrojado las urnas.
"Yo creo que lo que tiene que haber ahora es cuanto antes un Gobierno, queda patente y claro yo creo que lo que tiene que ser es un Gobierno de Mariano Rajoy, es lo que los ciudadanos básicamente han dicho con una gran diferencia, y es lo que ahora toca", dijo Fernández-Vara en declaraciones a Onda Cero.
El frágil liderazgo de Pedro Sánchez al frente del PSOE se vio parcialmente reforzado con el resultado electoral del domingo, al colocarse el PSOE como la segunda fuerza más votada con 85 escaños (5 menos que en diciembre) y superar ampliamente a la coalición Podemos-IU (71), evitando el famoso "sorpasso".
Los pobres resultados del PSOE en Andalucía, un histórico bastión socialista en el que el Partido Popular ha conseguido más votos en estos comicios, ha dejado sin munición a la presidenta andaluza y principal amenaza del liderazgo de Sánchez, Susana Díaz, que achacó los buenos resultados del PP al miedo a que Podemos llegase al Gobierno.
"Creo que uno de los elementos (para votar al PP) era el miedo, el recelo de los ciudadanos a un posible gobierno de Podemos en España", dijo Díaz.