Por Conor Humphries y Amanda Ferguson
BELFAST (Reuters) - Los unionistas protestantes hacen cola para sacar pasaportes irlandeses en Belfast mientras los nacionalistas católicos hacen campaña abierta por una Irlanda unida, en una situación que muestra los profundos cambios que vive una de las regiones más afectadas desde que Reino Unido votó por abandonar la UE.
Dieciocho años después de que se alcanzara la paz tras décadas de enfrentamientos entre los nacionalistas católicos, a favor de una Irlanda unida, y la mayoría de unionistas protestantes, favorables a permanecer en Reino Unido, la votación del Brexit ha provocado que ambas partes de la dividida Irlanda del Norte hayan pensado lo impensable.
Irlanda del Norte, como su vecina Escocia, votó a favor de permanecer en la Unión Europea con un 56 por ciento de los votos, a pesar de que Reino Unido votó en conjunto abandonar el bloque.
"Siempre fui un unionista moderado. Pero mi conciencia no me permitía votar para que Irlanda del Norte permanezca dentro del Reino Unido", dijo Christopher Woodhouse, un hombre de 25 años de Belfast.
"Me estoy moderando hacia la idea de la unidad irlandesa puramente en asuntos económicos", añadió. "Soy un europeo".
Durante años, una amplia mayoría en Irlanda del Norte -- muchos católicos y casi todos los protestantes -- habían estado a favor de continuar como parte del Reino Unido, haciendo posible un statu quo que garantizaba la estabilidad y la prosperidad.
Sin embargo, se ha puesto en peligro debido a la posibilidad de que Reino Unido pueda abandonar la UE y la ruptura de Escocia con los británicos.
El referéndum por el Brexit sugiere que pueda formarse una nueva corriente formada por personas de ambas comunidades de fe que temen la incertidumbre económica que supondría salir de la UE.
"La gente está diciendo por primera vez en su vida que votarían por una Irlanda unida, cuando nunca antes lo habían contemplado", dijo Steven Agnew, líder del Partido Verde en Irlanda del Norte.
EL COSTE DE ABANDONAR LA UE
Una salida de la UE tendría costes directos en una provincia pobre que depende más de Reino Unido que otras regiones del país.
El mayor banco de Irlanda del Norte, el Ulster Bank, dijo que la incertidumbre provocada por una salida de Reino Unido de la UE podría hacer que Irlanda del Norte se convierta en una "zona excluida" de la inversión directa extranjera.
El Brexit podría provocar un crecimiento menor, un mayor desempleo y recortes en el gasto público.
"Tengo el estómago revuelto por todo lo que está pasando", dijo Robert McClenaghan, miembro del Ejército Republicano Irlandés convertido en trabajador social, mientras imagina la posible pérdida de cientos de millones de euros de fondos de la UE ahora destinados a exmilitares, grupos de víctimas y al trabajo de jóvenes de distintas comunidades.
"Corremos peligro de volver a entrar en conflicto - a un nivel de intensidad más bajo - si esos fondos dejasen de llegar", añadió.
Muchos creen que la mayor amenaza para la paz sería la aparición de algún tipo de control en las fronteras. Los puestos de control militar situados en las fronteras se eliminaron con el acuerdo de paz.
Políticos favorables al Brexit han dicho que la frontera de Irlanda permanecerá abierta aunque Reino Unido abandonara la UE, pero los defensores de la permanencia dicen que esto sería imposible si Reino Unido quiere limitar la inmigración procedente de los países de la UE, cuyos ciudadanos tienen acceso libre a Irlanda.