MADRID (Reuters) - El líder socialista español, Pedro Sánchez, volvió a rechazar el lunes la posibilidad de facilitar la reelección de Mariano Rajoy en La Moncloa, y dijo que el desafío independentista catalán debía responderse con una reforma de la Constitución que llevara a un Estado federal.
"La reforma constitucional federal es una vía para solucionar el conflicto catalán", dijo Sánchez en una rueda de prensa desde la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), insistiendo en que un cambio en el Gobierno central relajaría las tensiones secesionistas en Cataluña.
Sánchez dijo que la elección anoche como nuevo presidente de la Generalitat de Carles Puigdemont, que quiere seguir adelante con una hoja de ruta independentista para "desconectar" a Cataluña de España en 18 meses, no había modificado su idea de intentar liderar un Gobierno alternativo a Rajoy.
"Cuatro años más de Rajoy en la Moncloa, sin aportar ningún tipo de solución, agravaría aún más la confrontación", dijo Sánchez por la mañana en una entrevista en la Cadena Ser, después de que el presidente del Gobierno en funciones instara de nuevo este fin de semana a formar una gran coalición.
"Después de lo que ha pasado este sábado y domingo, es más urgente que nunca propiciar un cambio en España que abra una nueva etapa: de reformas, de diálogo, de negociación, y de un nuevo acuerdo para resolver este conflicto que está sufriendo la sociedad catalana", añadió Sánchez.
DIÁLOGO CON PODEMOS Y CIUDADANOS
El líder del PSOE dijo que Rajoy podrá contar con él para asuntos de Estado como la unidad de España y la legalidad democrática, pero insistió en el "no" a su reelección, y dijo que hablaría con el partido antiausteridad Podemos y con el liberal Ciudadanos para tratar de armar una alternativa de Gobierno.
"La voluntad que tiene el PSOE es tender la mano tanto a izquierda como a la derecha, quiero citarme tanto con Podemos como con Ciudadanos, hay muchos puntos en común ... que compartimos con esas dos formaciones", dijo en la rueda de prensa, añadiendo que a los tres les unía el cambio, "un cambio que ponga fin a la fractura de convivencia que sufre Cataluña".
En caso de no lograrse un pacto de gobierno en las próximas semanas, Rajoy se vería obligado a convocar nuevas elecciones generales, lo que retrasaría hasta el verano la formación de un gobierno central capaz de afrontar el desafío soberanista planteado por las formaciones separatistas en Cataluña.
El líder socialista, que dijo que la repetición de elecciones no era una solución, criticó el proyecto independentista del nuevo presidente catalán y recordó que el 52 por ciento de los votantes rechazó esa opción secesionista en las elecciones autonómicas del pasado septiembre.
"Cataluña es diversa y sería un error imponer visiones excluyentes que quiebran la convivencia entre catalanes y el PSOE no lo va permitir (...) No vamos a aceptar planteamientos rupturistas", declaró en la rueda de prensa.