Por Rosemarie Francisco y Manuel Mogato
MANILA (Reuters) - El tifón Hagupit avanzaba lentamente el domingo por el centro de Filipinas, con vientos huracanados que destruyeron casas y derribaron árboles y el tendido eléctrico en zonas que aún no recuperadas de la gran tormenta que sufrieron hace un año.
En la población costera de Dolores, en la isla de Samar, donde tocó tierra por vez primera el tifón en la noche del sábado, la alcaldesa Emiliana Villacarillo dijo que alrededor del 80 por ciento de las viviendas resultaron destruidas.
"Sólo quedaron en pie las casas grandes", afirmó Villacarillo, y agregó que las inundaciones también destrozaron las cosechas de arroz, vitales para la región agrícola.
Los responsables confirmaron la muerte de al menos tres personas debido al tifón, incluido un residente de Dolores que fue aplastado por la caída de un cocotero.
"La devastación en las casas es muy grande debido a los fuertes vientos", dijo el ministro del Interior, Manuel Roxas, a la radio local DzBB desde Samar.
"Muchas personas regresaron esta noche de forma voluntaria a los centros de evacuación, incluso más de los que llegaron anoche, porque se han quedado sin casa", añadió.
Pero Hagupit no parecía haber causado una devastación a la misma escala del supertifón Haiyan el año pasado, en parte gracias a una gran operación para evacuar a los residentes desde las zonas costeras -donde son frecuentes los deslizamientos de tierra- días antes de la llegada de la tormenta.
Más de 1,2 millones de personas llenaron cerca de 1.500 escuelas, centros cívicos, ayuntamientos, gimnasios e iglesias usados como puntos de evacuación, afirmó la secretaria general de la Cruz Roja de Filipinas, Gwendolyn Pang.
Roxas dijo que los equipos de rescate retiraron entre 25 y 30 árboles en la autopista a Dolores. Algunos residentes salieron a las calles pidiendo comida, agua y otros suministros.
Hagupit, que hace algunos días había alcanzado la categoría 5 de "supertifón" mientras cruzaba el Océano Pacífico, se debilitó el domingo hasta la categoría 2, cuando tocó tierra por segunda vez en la localidad de Cataingan, en el sur de la isla de Masbate.
No había informes iniciales sobre marejadas ciclónicas, que fueron muy destructivas con Haiyan, que provocó la muerte a más de 7.000 personas en el centro de Filipinas.
"Los daños estructurales fueron causados principalmente por el viento, no por marejadas ciclónicas", señaló la portavoz presidencial, Abigail Valte.
Se registró un corte del suministro eléctrico en la mayor parte de Samar y en la cercana provincia de Leyte, incluida Tacloban, una ciudad que sufrió cerca de la mitad de las muertes por el paso del tifón Haiyan en noviembre del año pasado.
El general Gregorio Catapang dijo que unos 2.000 soldados estaban limpiando las carreteras y dos aeropuertos en Samar para llevar camiones y aviones con alimentos.
El tifón avanzaba hacia el oeste-noroeste a 10 kilómetros por hora, con vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 170 kilómetros por hora, informó el centro meteorológico filipino PAGASA.