MANILA (Reuters) - Filipinas comenzó el jueves a limpiar los escombros, reconectar las líneas eléctricas y reconstruir las casas destruidas después de que un tifón azotara el país y dejara al menos 38 muertos y ocho desaparecidos, dijeron los servicios de rescate.
El tifón Rammasun, la tormenta más fuerte que ha golpeado las islas Filipinas este año, se dirigía hacia China después de avanzar a través de la isla de Luzón, obligando al cierre de la capital, derribando árboles y cables de electricidad, y provocando apagones generalizados.
La tormenta destruyó unas 7.000 casas y dañó otras 19.000, dijo el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Desastres, Alexander Pama. Más de 530.000 personas se refugiaron en centros de evacuación, según cifras oficiales.
Pama estimó el daño a las cosechas, principalmente de arroz y maíz, en la región de Bicol, al sudeste de Manila y la primera golpeada por la tormenta, en unos 668 millones de pesos, o unos 15 millones de dólares.
La mayoría de los colegios permanecían cerrados en la capital y el sur de Luzón, la parte más densamente poblada del país con unos 17 millones de personas. La electricidad ha sido restaurada en poco más de la mitad de la red de Luzón, dijo un responsable de la agencia de transmisión.
El distribuidor de electricidad Manila Electric dijo que un tercio de sus 1,88 millones de clientes no tenían energía.
Responsables de la gestión de desastres aún estaban evaluando los daños, pero la región de cultivo de cocos de la provincia de Quezón, en el sur de Manila, parece haberse llevado lo peor del paso de Rammasun, que se intensificó hasta alcanzar la categoría 3 mientras cruzaba el país.
Tropical Storm Risk, que sigue el trayecto de los ciclones, ha degradado a Rammasun a una tormenta categoría 1 en una escala de cinco niveles, a medida que avanza hacia el noroeste rumbo a China.
Pero predijo que ganaría fuerza hasta alcanzar la categoría dos dentro de 24 horas, haciéndose fuerte mientras avanza hacia la isla china de Hainán.
El gobernador de Quezon, David Suárez, dijo que la provincia se preparaba para declarar el estado de calamidad y que se había confirmado la muerte de siete personas.
"Anoche tuvimos dificultades para recorrer la zona porque muchos árboles y postes derribados estaban bloqueando caminos y carreteras", dijo Suárez en una entrevista radiofónica.
Pama dijo el miércoles que el Gobierno estaba más preparado después de la devastación provocada por el súper tifón Haiyan en noviembre, evacuando personas en zonas de riesgo y áreas proclives a deslaves mucho antes de que el tifón tocara tierra.