MADRID (Reuters) - Los enfrentamientos entre animalistas y participantes en la fiesta marcaron el martes la celebración del Toro de la Vega en la localidad vallisoletana de Tordesillas, una controvertida fiesta anual en la que un toro es lanceado hasta la muerte.
Las protestas contra el Toro de la Vega han ido en aumento a medida que crecía la concienciación frente a la crueldad animal, pese a que corridas de toros y encierros siguen siendo uno de los platos fuertes de las fiestas patronales de toda España.
El toro de 640 kilos 'Rompesuelas' fue lanceado por tres personas diferentes y un participante a pie le dio muerte. Antes había habido enfrentamientos entre seguidores y detractores de la tradición.
Los defensores de los animales formaron una fila en la calle del ayuntamiento en la que debía correr el toro, mientras un enorme cartel colgado fuera de un bloque de pisos de la ciudad rezaba "Tengo derecho a mi fiesta".
El partido animalista PACMA recogió 120.000 firmas pidiendo la abolición de la celebración y se las enviaron al líder socialista Pedro Sánchez, cuyo partido ostenta la alcaldía en Tordesillas.
"El año que viene el alcalde de Tordesillas tendrá que cumplir la ley que aprobaremos contra el maltrato animal", dijo el grupo parlamentario socialista en su cuenta de Twitter (NYSE:TWTR).
El diario El País pidió la abolición de la celebración en un editorial el lunes.
"El maltrato por diversión de un animal hasta provocarle la muerte no es una tradición digna de mantenerse y ofrece una imagen deplorable de España", dijo el periódico en un editorial.
Muchas de las administraciones de izquierdas en las regiones y pueblos españoles que han llegado al poder tras las elecciones de mayo han retirado las subvenciones a fiestas que incluyan toros y están considerando celebrar consultas populares para ver si siguen adelante o las prohíben.
Hay más de 15.000 fiestas en las que participan toros cada año en España, especialmente durante el verano.