Por Max Hunder y Vitalii Hnidyi
REGIÓN DE DONETSK, Ucrania, 10 jul (Reuters) - En vísperas de una cumbre clave de la OTAN en Vilna, los soldados ucranianos que luchan en fuertes y costosas batallas pidieron a la alianza que considere las demandas de Kiev para una eventual adhesión, diciendo que puede ser la única manera de poner fin a la guerra con Rusia de una vez por todas.
Las fuerzas ucranianas han avanzado algo en su contraofensiva estival, pero los avances han sido lentos y menores de lo que muchos esperaban, en un aleccionador recordatorio de cómo podría prolongarse el conflicto en el sur y el este del país.
Povar, un soldado de infantería de marina de 32 años que sólo dio su indicativo y cubrió la mayor parte de su rostro con una bufanda de camuflaje, dijo que los rusos estaban bien atrincherados, con complejas redes de trincheras y minas terrestres.
Señaló que su unidad, que forma parte de la 35ª brigada de infantes de marina, había capturado recientemente la aldea de Makarivka, en la parte sudoriental de la línea del frente de Ucrania, de 1.200 kilómetros, aunque Povar se estaba recuperando de las heridas en ese momento.
"Espero que ésta sea la última guerra en Ucrania (...) que por fin pongamos fin a esta guerra de 300 años", dijo Povar, refiriéndose a la larga y sangrienta lucha de Ucrania por independizarse de Moscú.
"Cuando tenemos un vecino tan miserable, necesitamos unirnos a algún tipo de alianza -unirnos al mundo civilizado- para tener un apoyo serio y socios serios".
El presidente Volodímir Zelenski admite que probablemente no se permitirá a Ucrania entrar en la OTAN mientras dure la guerra con Rusia, pero presiona para que algún día se produzca la adhesión.
EL ATAQUE ES MÁS DURO QUE LA DEFENSA
Soldados de otra brigada que liberó la cercana aldea de Neskuchne hace varias semanas pintaron un perspectiva sombría del campo de batalla, a pesar de los avances que habían logrado.
Andriy, un militar de 35 años, dijo que él y el resto de su equipo de unos 70 soldados se habían enfrentado a líneas defensivas rusas bien ocultas y a campos densamente minados contra tanques e infantería. Dijo que su unidad había sufrido bajas no especificadas a causa de las minas.
"Así son las cosas. No lo verás en televisión", dijo en un campo de tiro de prácticas en el este de Ucrania a finales de junio.
"El ataque no es defensa. Es una guerra completamente distinta", dijo Andriy, que se alistó voluntario en el ejército poco después de que comenzara la principal invasión rusa en febrero del año pasado.
Andriy afirmó que Rusia parecía estar adaptando sus tácticas en el campo de batalla, después de que anteriores y rápidas contraofensivas el año pasado en las regiones de Járkov y Jersón pusieran de manifiesto la debilidad de las defensas rusas. "Aprenden igual que nosotros", afirmó.
En una reciente visita de reporteros de Reuters a su posición cerca de Bajmut, un agotado médico de campo vendó un enorme agujero en la mano de un soldado ucraniano herido en los combates de menos de una hora antes.
El médico de 38 años, que se presentó por su indicativo Yoda, observó la creciente proporción de heridas por armas ligeras en los soldados y dijo que esto se debía a que la unidad estaba en la ofensiva, lo que también produjo un mayor número de bajas en general.
"En general, una semana de ofensiva equivale a un mes de defensa", explicó. "En ese corto espacio de tiempo, (la unidad) se llevará tantos muertos y heridos como una que se haya empleado en defensa durante todo ese mes".
(Reporte de Max Hunder; Editado en español por Aida Peláez-Fernández)