Por Inmaculada Sanz
BARCELONA (Reuters) - La candidata a alcaldesa de Barcelona Ada Colau, que ha cambiado el activismo social por el electoral en los últimos meses, cree que el cambio político en España no tiene marcha atrás, pero podría tardar más de una legislatura y exigirá sacrificios.
Colau es una más de los recién llegados a la arena electoral con un mensaje de regeneración de las políticas públicas, abogando por la necesidad de poner fin a la corrupción y apoyar a una clase trabajadora que se ha llevado lo peor de la crisis económica.
Al frente de Barcelona en Comú, Colau es el rostro más conocido de un proyecto que aglutina a movimientos de izquierdas con el objetivo de llevar a la ciudadanía a las instituciones de la capital catalana en las elecciones municipales de mayo.
"El cambio que estamos viviendo es un cambio de paradigma, no es un simple cambio electoral, es de cultura política, de formas de hacer, eso no se hace en unas únicas elecciones", dijo la mediática activista de 41 años en la sede de su agrupación en Barcelona durante una entrevista con Reuters.
"Lo importante es la tendencia y, en ese sentido, el cambio es irreversible, más allá de resultados electorales", añadió sobre los sondeos que sitúan a formaciones jóvenes como Ciudadanos y Podemos codo con codo con los tradicionales Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones generales previstas para final de año.
Colau ha encabezado durante cinco años la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que ha paralizado miles de desahucios desde que en 2008 el país cayera en una recesión que se cebó con los trabajadores.
Esa experiencia fue la que llevó a esta mujer implicada en el 15-M a liderar la iniciativa ciudadana Guanyem (Ganemos), a la que se sumó la rama catalana del partido antiausteridad Podemos, y que ahora deriva en Barcelona en Comú.
"Creemos que podemos demostrar que se puede hacer política priorizando el interés general frente a intereses particulares, acabando con la corrupción y poniendo los derechos de la gente por delante", dijo Colau ante un mapa con los barrios de Barcelona en cuyas plazas da su proyecto a conocer.
Para hacer frente a los problemas inmediatos de una ciudad con un presupuesto de 2.500 millones de euros, propone un plan de choque por 160 millones de euros con 30 medidas para reorientar el modelo económico y garantizar servicios básicos como guarderías y residencias.
"Hay que diversificar y apostar por sectores como rehabilitación urbana e inmobiliaria, poniendo prioridad en los barrios, no en las avenidas de lujo", dijo.
"SIN EXPERIENCIA EN ROBAR, PERO SÍ EN LLEGAR A FIN DE MES"
Pese a que su estructura precaria y basada en la microfinanciación les dificulta llegar a los 1,6 millones de barceloneses, la lista aparece en algunos sondeos como la más votada de un ayuntamiento fragmentado cuya gestión obligaría a pactos.
"Vamos a trabajar para ganar y no para pactar, y para poder implantar un modelo alternativo que no existía antes de que apareciera Barcelona en Comú", afirmó en la sede alquilada de la formación junto a la Sagrada Familia.
"Soy consciente de que es un reto y de que nos vamos a encontrar con contradicciones y no podremos hacer todo lo que queremos, pero lo importante es hacerlo con transparencia", añadió.
Gobernada desde 2011 por los nacionalistas de Convergència i Unió, apoyados por el Partido Popular, Barcelona ha sufrido privatizaciones de servicios básicos como el suministro de agua o los aparcamientos públicos mientras soporta una deuda de 1.200 millones de euros, la segunda más elevada de España tras Madrid.
"Los partidos clásicos se han apropiado de lo colectivo; Barcelona es (..) atractiva internacionalmente, pero a pesar de que mueve mucho dinero, este dinero está desigualmente repartido", añadió sobre una ciudad que aparece entre las diez más visitadas del mundo.
Esta barcelonesa de discurso apasionado que no pretende "perpetuarse en política" dice no tener miedo de la gestión pública, pese a la falta de experiencia que le recriminan otras fuerzas.
"No tengo la experiencia que tiene (el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo) Rato en defraudar ni la experiencia que tiene en general el Partido Popular en robar (..) pero sí experiencia en hacer milagros para llegar a final de mes", concluyó.