PARÍS (Reuters) - El presidente de EEUU Donald Trump, criticado en su país por la polémica de sus conexiones con Rusia y en el extranjero por su visiones comerciales y de cambio climático, llegó a París en jueves buscando puntos en común con el nuevo líder francés Emmanuel Macron.
Después del mal comienzo de sus relaciones, ambos hombres tienen incentivos para mejorar sus vínculos: Macron espera elevar el papel de Francia en asuntos internacionales, y Trump, visiblemente apartado por los líderes mundiales, necesita amigos en el extranjero.
Trump llega a Francia asolado por acusaciones de interferencias rusas en las elecciones estadounidenses de 2016. Correos publicados el martes sugieren que su hijo mayor le dio la bienvenida a ayuda rusa contra la rival de su padre, la demócrata Hillary Clinton. [nL1N1K211U]
Semanas después de que el presidente de Rusia Vladimir Putin visitase a Macron en el Palacio de Versailles, Trump asistirá al desfile militar del Día de la Bastilla y a las conmemoraciones de la entrada de las tropas estadounidenses en la Primera Guerra Mundial hace 100 años.
Las conversaciones se concentrarán en las iniciativas diplomáticas y militares compartidas por las dos naciones, pero un responsable del Elíseo dijo que Macron no se escabulliría de hablar también sobre asuntos controvertidos. Trump no hizo muchos amigos en Europa por culpa de su rechazo al acuerdo de París sobre el cambio climático y su postura comercial de "América primero".
"Lo que Emmanuel Macron quiere es devolver a Trump al círculo para que EEUU, que continúa siendo el poder mundial número uno, no sea excluido", dijo el portavoz del gobierno francés, Christophe Castaner, en BFM TV.
"No dudo de que los presidentes hablarán sobre el estado de las acciones militares en Siria y de que hablarán sobre el futuro", añadió el responsable del Elíseo. También recordó que "Macron ha dicho anteriormente que la acción militar no es suficiente, que tenemos que hacer planes de desarrollo y estabilización".
Tras llegar a París, Trump se dirigió directamente a la residencia del embajador estadounidense, donde almorzará con altos cargos militares de EEUU antes de reunirse con Macron en el Palacio de Los Inválidos, un complejo arquitectónico del siglo XVII donde Napoleón Bonaparte y otros héroes de guerra están enterrados.
Después cenarán con sus esposas en el restaurante de la segunda planta de la Torre Eiffel de París. El portavoz dijo que el simbolísmo era claro: "París sigue siendo París".
Durante la campaña de las elecciones estadounidenses del año pasado, Trump declaró que la ola de atentados demostraban que "Francia ya no es Francia", alentando a que la nación se endureciese en temas de inmigración y yihadismo.