MADRID (Reuters) - El Gobierno español dijo el martes que no pondrá un límite a la acogida de refugiados y asumirá la cifra que establezca la Unión Europea a la hora de redistribuir por el bloque a los solicitantes de asilo que están llegando por miles a países como Grecia, Hungría e Italia.
"España asumirá los refugiados que nos pida la Comisión Europea, somos solidarios y además tenemos un elemento añadido: sabemos gestionar la integración", dijo la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en La Sexta.
El Ejecutivo español ha evitado por el momento poner encima de la mesa el número de refugiados que está dispuesto a acoger, a la espera de que se apruebe en Bruselas un programa para afrontar la mayor crisis migratoria desde la guerra de los Balcanes en la década de 1990.
Según las cuotas filtradas el martes, la Comisión propondrá distribuir hasta 160.000 refugiados, de los que a España le corresponderían unas 19.219 personas.
En un primer reparto realizado por Bruselas en mayo de 40.000 refugiados, a España le asignaron 4.288 personas, de los que el Gobierno sólo se comprometió a reasentar y reubicar a 2.749 personas, por lo que la postura actual de no poner límites a la acogida supondría un giro en su política de asilo.
La ministra española de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, celebró el martes una reunión extraordinaria de coordinación con los responsables de inmigración de las Comunidades Autónomas (CCAA) y los municipios, a los que pidió un inventario de recursos -sanitarios, educativos, de vivienda social, etc.- para gestionar un posterior reparto de refugiados.
"La ministra (Fátima Báñez) ha dicho que no es un problema de cifras, que no va a haber un problema de dinero (...) que es un problema de solidaridad y de personas", dijo a la prensa la consejera de Castilla y León, Pilar del Olmo.
"La ministra ha dicho que estamos abiertos a que sea el número de personas que se necesite, es decir, no hay tope", añadió.
Del Olmo explicó que en base al inventario de cada comunidad se distribuirán a las personas según sus perfiles por todo el territorio nacional, y que aunque no se había hablado de plazos, entendía que habría que poner en común los recursos regionales antes de la cumbre europea del próximo 14 de septiembre en la que se determinará la distribución por países.