Por Blanca Rodríguez
MADRID (Reuters) - Un conato fallido para formar "in extremis" un Gobierno español de izquierdas marcó el martes la última jornada de consultas del rey Felipe VI con los líderes políticos, que sirvió para constatar la inevitabilidad de unas nuevas elecciones el próximo 26 de junio después de cuatro meses de bloqueo político.
Tras cerrar con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, la tercera y última ronda de reuniones con los representantes políticos desde las elecciones de diciembre, el rey certificó que no había ningún candidato con posibilidades de ser elegido presidente, anticipando la disolución de las Cámaras y la convocatoria electoral el próximo martes.
Los vetos cruzados y la falta de cesiones de los partidos en un país poco acostumbrado a la fragmentación política han impedido cualquier acuerdo en este tiempo entre las cuatro principales formaciones, y las encuestas apuntan a que este verano las urnas podrían dar un resultado similar, lo que podría generar aún más meses de parálisis política en el país.
Aunque el límite legal para tener Gobierno finaliza el próximo lunes, la necesidad de celebrar dos plenos de investidura con sus respectivos plazos de convocatoria convertían estas últimas horas en cruciales para lograr lo que algunos calificaban de "milagro".
Sin embargo, un nuevo choque entre los dos principales líderes de la izquierda española, el socialista Pedro Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, hizo una vez más imposible el desbloqueo de la situación, con ambos culpándose mutuamente de la casi inevitable convocatoria electoral.
"ABOCADOS A ELECCIONES"
"Quedamos abocados a la celebración de nuevas elecciones (...) No puedo hacer frente al bloqueo de Rajoy e Iglesias", dijo el líder socialista, Pedro Sánchez, tras reunirse con el rey, en una rueda de prensa que sonó a primer mítin de la nueva campaña electoral y en el que arremetió contra el líder de Podemos.
"Los sillones han bloqueado desgraciadamente el cambio (...)a mi juicio y lo digo con mucho pesar (...) el señor Iglesias nunca quiso pactar con el Partido Socialista", afirmó.
Conscientes del rechazo de la ciudadanía a la incapacidad de sus políticos de llegar a un acuerdo, con todos echándose la culpa del fracaso, la coalición valenciana Compromís intentó esta mañana ese "milagro" al plantear por sorpresa un pacto para formar un Gobierno de coalición entre seis partidos de izquierdas.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) recogió el guante y aceptó 27 de los 30 puntos incluidos en el documento de Compromís, aunque planteó una serie de enmiendas y condiciones que fueron consideradas como un "no" a la propuesta por parte del líder de Podemos, Pablo Iglesias.
"Era un esfuerzo que nos hubiese gustado que se hiciera realidad, pero, por desgracia, he visto el 'no' del PSOE. Creo que el señor Sánchez ha dicho demasiados 'noes'", dijo Iglesias en rueda de prensa, instando sin embargo a los socialistas a entenderse con Podemos tras las próximas elecciones.
La contraoferta socialista preveía entre otras cosas un compromiso de los firmantes a aprobar 2 presupuestos generales para dar estabilidad a un eventual Gobierno de Pedro Sánchez, además de descartar la entrada de otros partidos en su Ejecutivo.
El PSOE quería además mantener el pacto que firmó con los liberales de C's, cuyo líder, Albert Rivera, instó a los ciudadanos a valorar en las próximas elecciones cómo había actuado cada partido en esta corta legislatura, desdeñando la propuesta del pacto de izquierdas.
"Pensar que se puede gobernar España con tres páginas, con cuatro años de gobierno por delante y seis partidos políticos ni siquiera lo vamos a valorar", dijo.
Dado que se prevé que repitan como candidatos los principales líderes políticos, el elemento que podría hacer variar significativamente el resultado electoral sería una coalición de las formaciones Podemos e Izquierda Unida, que podría superar la tradicional hegemonía del PSOE en la izquierda y conseguir el famoso 'sorpasso'.
El rey se interesó el martes por esta posibilidad en su cita con el líder de Podemos, e Iglesias dijo que le había transmitido al jefe del Estado que ante esta "coyuntura histórica" su formación mostraría "generosidad".
"Un acuerdo a priori siempre implica muchas dificultades y hay que ser prudentes, por nosotros no va a ser, lo vamos a intentar y sería bueno", dijo.