Por Julien Pretot
PARÍS, 9 feb (Reuters) - El París Saint Germain, que ha mostrado preocupantes carencias en todos los ámbitos este año, necesita imperiosamente recomponerse si quiere tener alguna posibilidad ante el Bayern de Múnich en su duelo de octavos de final de la Liga de Campeones de la próxima semana.
Los líderes de la Ligue 1 han perdido tres partidos en 2023, el último el miércoles en una derrota por 2-1 en casa de su acérrimo rival, el Olympique de Marsella, en los octavos de final de la Copa de Francia, cuando se vieron abrumados por la agresividad del conjunto provenzal en todo momento.
Con Kylian Mbappé lesionado durante otras dos semanas, lo que significa que no jugará contra el Bayern en el Parque de los Príncipes el martes, el PSG perderá a un jugador clave, mientras que el juego de Neymar fue muy decepcionante contra el Marsella.
Solo Lionel Messi, en la delantera, ha estado a su nivel últimamente, y eso podría no ser suficiente contra el gigante de la Bundesliga.
"Cuando se topan con problemas, nadie responde de verdad. Siempre es lo mismo: si pueden jugar a su ritmo, no hay problema", declaró el jueves Edouard Cissé, exjugador del OM y del PSG, al diario deportivo francés L'Équipe.
"En cuanto el equipo contrario pone intensidad, están perdidos".
En el centro del campo, el PSG se vio enormemente dominado, ya que solo Marco Verratti tiene la capacidad de plantar cara, y Vitinha, que ha sido alineado como mediapunta por detrás de Messi y Neymar cuando el entrenador Christophe Galtier remodeló su equipo en ausencia de Mbappé, aún no ha demostrado que pueda colocar a sus delanteros en las mejores posiciones.
El Bayern, en cambio, ha recuperado la forma y ha marcado ocho goles en sus dos últimos partidos de la Bundesliga, lo que no es un buen augurio para el PSG, cuya defensa se ha visto a menudo desbordada.
Aunque Sergio Ramos marcó un gol el miércoles, su agresividad no compensa su falta de velocidad y su escaso sentido de la anticipación, y el español deja a menudo solo a Marquinhos.
El brasileño, una vez más, instó a sus compañeros a levantarse el miércoles.
"Tenemos que cerrar la boca y trabajar", declaró.
Para el PSG, lo más importante es encontrar el orgullo antes del partido de Ligue 1 del sábado contra el Mónaco y el del martes contra el Bayern.
"Estamos decepcionados y enfadados", declaró el guardameta Gianluigi Donnarumma.
Si bien es cierto que últimamente ha faltado talento en el PSG, la rabia podría conducirlos a un buen resultado.
(Reporte de Julien Pretot; editado en español por Tomás Cobos)