Por Umit Ozdal
MALATYA, Turquía, 7 feb (Reuters) - Desesperados y helados por la nieve que cubría el suelo, los familiares de las víctimas del terremoto de la ciudad turca de Malatya expresaron el martes su frustración por la falta de ayuda en la búsqueda de sus seres queridos.
Sin equipo especializado, ni siquiera guantes o ropa de invierno, intentaban buscar entre los escombros de las casas derrumbadas por la fuerza del terremoto que sacudió Turquía y Siria el lunes, matando a miles de personas.
"Aquí no hay ni una sola persona. Estamos bajo la nieve, sin casa, sin nada", dijo Murat Alinak, cuya casa se derrumbó y con sus familiares desaparecidos. "¿Qué voy a hacer? ¿A dónde puedo ir?"
Sabiha Alinak dijo que la gente de la ciudad, acurrucada alrededor de hogueras para mantenerse caliente, debería tomar en sus manos la operación de rescate.
"Los nietos de mis suegros están allí. Llevamos aquí dos días. Estamos destrozados", dijo.
"¿Dónde está el Estado? ¿Dónde han estado durante dos días? Se lo suplicamos. Déjennos hacerlo, podemos rescatarlos. Podemos hacerlo con nuestros medios. Si ellos (los equipos estatales de emergencia) no vienen, por el amor de Dios, déjennos hacerlo a nosotros".
Según las autoridades turcas, unos 13,5 millones de personas se han visto afectadas en una zona que abarca aproximadamente 450 kilómetros desde Adana, en el oeste, hasta Diyarbakir, en el este, y 300 kilómetros desde Malatya, en el norte, hasta Hatay, en el sur.
El crudo tiempo invernal y las carreteras dañadas entre algunas de las ciudades más afectadas, donde viven millones de personas, han dificultado los esfuerzos para evaluar el impacto y planificar la ayuda tras el terremoto más mortífero en Turquía desde 1999.
Ahmet Alinak, quien habló, como los demás, antes de que el presidente Tayyip Erdogan anunciara el estado de emergencia, dijo que dos de sus sobrinos estaban atrapados en un edificio derrumbado.
"No hay nadie aquí, estamos todos condenados", dijo. "Esto no es lo que esperábamos del Estado. No importaba la magnitud del terremoto, era necesaria la movilización de toda la gente".
Erdogan declaró el estado de emergencia de tres meses para cubrir las 10 provincias del sur de Turquía y las calificó de zona catastrófica, en una medida destinada a reforzar las labores de rescate.
Dijo que 70 países habían ofrecido ayuda en las operaciones de búsqueda y rescate y que Turquía planeaba abrir hoteles en el centro turístico de Antalya para alojar temporalmente a personas.
La autoridad turca para catástrofes y emergencias ha levantado tiendas de campaña en Malatya para albergar a quienes han perdido sus hogares.
(Información de Umit Ozdal; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)